El vuelo de una bella estrella

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Capitulo veinticinco

Astrid


30 de octubre del 2019.

Cada año Sofía y yo planeábamos nuestros disfraces de noche de brujas y pasábamos la navidad con pijamas combinadas, pero este año cambio todo eso pues empecé a salir con Ethan, y estaba emocionada pues mañana cumpliríamos nuestro primer año de noviazgo, he preparado muchas cosas, pero la que más me emociona es la salida al parque, parque donde me pidió ser su novia. Estaba con mis padres comiendo nuestra sopa de fideos favorita mientras mirábamos las películas de "los juegos del hambre", a mi padre le gusta mirarlas cientos de veces porque dice que se identifica con cierto diseñador que le hace sus vestidos icónicos a la protagonista, cosa que no sorprende a nadie aquí presente.

—Hija —se levanta mi madre de donde estaba sentada y se inca frente a mí—, he pensado en lo que puedes ponerte mañana.

—Querida, está por pasar la escena más importante de la película.

—Intento ser buena madre, aparte ya se me la película de memoria, créeme que no me perderé de nada.

Mi padre le pone pausa a la película y se acerca a nosotras.

—Tienes razón, es momento de tener la charla...

—Oh no —me quejo.

En otras familias, "la charla" se trata sobre temas de intimidad y todo lo que tenga que ver con las relaciones sexuales, pero en esta casa, "la charla" es sobre el amor verdadero y lo que implica llevar una relación larga.

—Mañana cumplirás un año de relación con Ethan —mi madre toma mi mano y la soba—, y estoy feliz por ambos, he visto crecer a mis tres pequeños y ahora dos de ellos están juntos —sonríe, y mi corazón se calienta pues su sonrisa es igual a la de un ángel.

—Ethan y Sofía también son como nuestros hijos —mi padre especifica.

—¿Realmente consideras que Ethan es el chico que quieres para tu futuro? —pregunta mi madre con dulzura—, odiaría ver como ambos se lastiman por querer vivir una relación que no tiene futuro.

—Madre, padre —miro a los dos con una sonrisa—, soy realmente feliz con Ethan.

—Pero... —mi madre aprieta mi mano—. ¿Qué hay con Markus?

Mi corazón se detiene por un instante y sin borrar la sonrisa de mi rostro abrazo a mi madre con mucha fuerza, me rio de nervios y regreso a mi asiento.

—Él no entra en esta charla madre, ambos somos completamente distintos y aparte, ni siquiera chocamos en nuestras vidas.

—A mí me pareció que realmente tenías sentimientos fuertes por ese chico.

—Si Astrid dice que viven por su lado, debemos respetar su palabra cariño —mi padre se inca para tomar a mi madre por sus hombros y al levantarse la jala con ella.

Sigo sin poder creer que tengo a los padres más increíbles del mundo, y de tantos años que tenemos por delante, no sé qué más puedo pedir.

—Debo ir a dormir, pues mañana tengo que festejar algo realmente significativo —me levanto del sillón individual en el que estaba y me alejo de mis padres.

Estaba a punto de subir las escaleras cuando escuche que la plática no había terminado entre mis padres.

—Robert, de verdad creo que Astrid está enamorada de ese chico Markus.

Mi Querido Dulce Amor (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora