► Capítulo 53: Lobos en guardia

4 0 0
                                    

De repente, las explosiones cesaron.

Los lobos se quedaron haciendo guardia, formándose todos listos en varios lugares de la cueva ante cualquier ataque sorpresa.

Sin embargo, y por más tenso que se sentía el ambiente, nada pasó.

Dave se quedó atónito ante la sorpresa, temiendo que el cazador fuera de los muros de piedra hiciera otro ataque con su báculo.

Y por la mirada de los lobos, preocupados, intuía que ellos sabían también sobre quién era el enemigo.

Según lo que entendía, el cazador iba a por los lobos tal como los lobos iban por sus presas para sobrevivir.

Pero, a menos que ese cazador viviese en la misma caverna con ellos, no tendría sentido.

¿Cuál sería la necesidad de querer acabar con todo un ecosistema interno bajo tierra?

Una vez el tiempo había pasado, por lo menos unas dos horas, la manada de lobos se calmó.

Dave asomo la cabeza desde detrás de unas rocas, tratando de divisar nuevamente al cachorro.

En lo que vió, y a diferencia del cachorro con el que había estado conviviendo un corto tiempo, notó unas cuantas diferencias.

Este cachorro, ahora un poco más recuperado ya siendo despertado, se mostraba cariñoso con la madre que la acogía, y recibiendo lamidas de consuelo de los demás cachorros.

El cachorro de shiba inu que recordaba era muy diferente a eso.

Pero, quizás había sido por estar con el grupo equivocado como lo era él y Beth, cabía en una posibilidad.

Pero aun así, algo no cuadraba del todo... no sabía el qué.

De repente, el alfa de la manada, aquel lobo blanco con una marca de "X" en su frente, camino hacia el cachorro malherido, cerrando sus ojos para disponerse a lamer su herida, dándole consuelo.

Aquello hizo levantar las orejas a varias lobas que presenciaron la escena, y del mismo modo a Dave.

Era claro como antes el lobo alfa no mostraba afecto al pequeño shiba inu, sin embargo, por lo que empezaron a intuir algunas lobas, podría ser por el ataque del cazador desde afuera que le haya chocado alguna roca desde ahí al cachorro.

Sin embargo, Dave sabía que había sido su culpa el estado de este.

Se apresuró a salir y corrió hacia otro montículo de piedras para no ser visto. Ahora la manada estaba resguardando los puntos de entrada, por lo que no lo notarían si evitaba esos sitios.

Por otro lado, vería como el segundo al mando de la manada, un lobo marrón oscuro, apareció desde detrás de unas rocas, lamiéndose el hocico.

Sus ojos aparecieron con un destello de verde, tornandose a un negro al igual que el resto, llamandole la atención.

Dave observaba con atención desde su escondite, evaluando la situación.

Los lobos parecían más tranquilos, pero él no se fiaba. Sabía que cualquier movimiento en falso podría desencadenar un nuevo ataque o, peor aún, poner en peligro su vida.

El alfa, después de consolar al cachorro, levantó la cabeza y olfateó el aire. Parecía que algo había captado su atención.

Dave se quedó inmóvil, conteniendo la respiración. El lobo blanco emitió un suave gruñido, lo que hizo que todos los demás lobos levantarán las orejas y se pusieran en alerta nuevamente.

En ese momento, el lobo marrón oscuro, se acercó al alfa y comenzó a comunicarse con él mediante gestos y gruñidos.

Dave no entendía el lenguaje de los lobos, pero sabía que algo importante se estaba discutiendo.

Los ojos del lobo marrón se volvieron a encender con ese destello verde, lo cual era inquietante.

Dave se preguntaba si ese brillo tenía algún significado especial o si era simplemente un reflejo de la luz en la cueva.

Mientras tanto, el cachorro de shiba inu permanecía acurrucado junto a su madre adoptiva, sus heridas aún visibles pero aparentemente menos graves.

Viendo que, en una situación de peligro, los lobos estaban dispuestos a cuidar del pequeño, y volviéndose a ver a sí mismo, comprendió la diferencia de magnitud que los diferenciaba.

Por un momento, estando ya a solas, Dave se sentó a recapacitar una última vez.

Decidiendo que debía hacer, para salir del lugar y dejar al cachorro a salvo con los de su especie.

El único problema que atenta contra su vida sería el cazador de afuera, por lo que si lograba idear un plan para ahuyentarlo, podría asegurarse de que viviría sano y salvo por el resto de su vida.

Y una vez hecho eso, él se iría.

***

El lobo gris había salido en busca del origen de la explosión, temiendo lo peor. Un ataque a la manada.

Cuando salió de su terreno escondido en la caverna, olfateó el suelo, detectando un aroma inusual.

Había alguien que los había estado cazando desde hace poco, y cada vez que salía a cazar veía más restos de sus anteriores compañeros de manada.

Su familia también corría peligro.

El lobo gris emitió un pequeño gruñido y se fue acercando a la entrada del campamento de la manada en silencio, esperando ver al enemigo que causaba tanto conflicto.

Sin embargo, al llegar al sitio no encontró nada.

Solo unos delgados pelos marrones oscuros, que lo hacían dudar de su confianza.

Había algo extraño y familiar en ellos, pero no lograba identificarlo del todo. Se acercó más a los pelos, olfateándolos con cautela.

El aroma era peculiar, mezclado con un rastro de magia que lo hizo retroceder un poco...


-------------------------------------------------

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-------------------------------------------------

[+50 Capítulos Avanzados SOLO en mi Patreon.]

patreon.com/JoltyBeans

¡Tu contribución significa el mundo para mí! ʕ •́ᴥ•̀ʔっ♡

-------------------------------------------------

Soy un Shiba Inu Inmortal en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora