Secreta OBSESIÓN ▪︎WheeByul▪︎

Es más complicado

La que siempre fue una expresión petrea e impecable de Taehyung, era una mueca severa.

Se notaba en su mandíbula apretada un irrefrenable deseo de usar todo su entrenamiento en las fuerzas especiales para llevar ante la justicia, con mucha violencia, a quien tenía a su frágil amiga tan abatida y herida que no podía dejar de llorar.
El motivo de su visita, de hecho, fue echar mano de uno de sus contactos en el hospital para conseguir una receta para tranquilizantes y por fin darle algo de paz a la pequeña.

—Taehyung-ah...— Murmuró Wheein, quien yacía recostada en el enorme sofá del recibidor de su casa —Estoy... Tan perdida...
—No estás perdida, pequeña— Taehyung acaricio el cabello de Wheein —Pero los corazones rotos duelen como la muerte misma.
—Me dijo que me ama...— Lloró más fuerte —Ella dijo "Te amo"... ¿Cómo puede mentir así?

Taehyung suspiró. Conocía de primera mano lo tóxico y ambivalente de una relación disfuncional. Su propia historia con el coronel Kim Seokjin de su unidad de entrenamiento estaba teñida de matices de la talla de intento de homicidio, encubrimiento, maltrato psicológico y físico, un gran odio y resentimiento, y aun asi, se había convertido en su más amado ser en la tierra.

Él no era quien para aconsejar sobre relaciones difíciles, y aún así no podía evitar sentir tal impotencia al ver a su amiga así. Alguien que ha sufrido tanto no merece más de todo ese dolor.

—Te confesó todo, por la cara— Habló Taehyung
—Eso es cruel— Wheein rio en medio del llanto —No quería tener remordimientos, creo

Taehyung se mantuvo en silencio. Dió un sorbo a su copa de vino y siguió propiciando caricias al cabello de la chica, hasta que poco a poco el llanto iba menguando. El tranquilizante hacia el efecto.

Justo a tiempo, para ver llegar a Yongsun con el rostro cubierto en sudor. Traía ropa deportiva, así que la noticia claramente la tomo en un sitio bastante incómodo del que no le importó salir para llegar. Taehyung hizo un ademán para que guardase silencio.
Wheein tenía la cabeza sobre las piernas del chico, y Yongsun al verla recobro un poco el aliento. Haciendo sigilosos sus pasos tomo el sofá enfrente de Taehyung, evaluando con los ojos a Wheein. Labios secos, ojos hinchados y muchas lágrimas.

—¿Leíste mis mensajes?

Yongsun asintió. Se deshizo de su bolso y se puso de rodillas para ver de cerca el rostro de Wheein.

—Ella... Está tan...
—Lo sé
—Voy a matar a esa perra
—Si lo que quieres es hacer todo más jodidamente difícil, adelante. No creas que yo mismo no deseo hacer algo al respecto.
—Sabia que esa mujer solo trae problemas...
—Dijo que la ama

Yongsun lo miró fijamente. Tragó saliva y se levantó.

—Si... Lo sé... —Asintió con amargura
—Las dos lo hacen— Taehyung tiró el cuerpo contra el respaldo del sofá —Ninguno de nosotros lo podemos entender, solo quienes viven podrían saberlo
—No tengo que saber los detalles para romperle la cara, y se lo merece

Taehyung volvió a ver a Wheein.

—Quiero estar ahí cuando lo hagas

Yongsun asintió. Volvió a ver a Wheein; parecía dormir profundamente.

—Quiero ver la casa de esa mujer
—Lo pensé, pero no quiero dejarla sola— El chico cubrió los hombros de Wheein con su chaqueta
—Tal vez encontremos algo. Sobre sus padres, sus finanzas, es la clase de persona que oculta grandes esqueletos en su armario
—Tiene camaras y micrófonos, si lo haces ella podrá llamar a la policía y bueno, yo soy un funcionario retirado de las fuerzas especiales ¿Quieres ponernos en esa situación?
—Maldición...