Capítulo 14.

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Hailey.

—¿Cómo nos encontraron? — murmuro con la voz cargada de miedo mientras subo las escaleras al lado de Caleb rumbo a la habitación.

Nuestros pasos apresurados resuenan en el eco que rebota en las altas paredes mientras subimos a toda prisa.
El miedo estaba apoderándose de mi a medida que seguía corriendo el tiempo, Caleb me había dicho que este hotel estaba protegido por magia, que él Alfa no nos encontraría aquí.

Pero ya nos encontró y no se como lograremos salir de aquí.

— No importa como lo hizo, importa como lo perderemos de nuevo — respondió el. Por primera vez su voz no me infundió calma alguna —. Necesitamos salir de aquí antes de que tengan la oportunidad de descubrir el hotel, debemos volver a los reinos de la Luna y buscar Exiled Moon.

Mi seño se frunció.

— ¿Y que pasará si no encontramos Exiled Moon? — mi voz suena más ruda de lo esperada. Caleb me ve a los ojos. — ¿O si no es real?.

Mi voz se quiebra al final de esa oración.
Caleb suspira levemente sin dejar de avanzar.

— Entonces buscaremos un plan b — responde con seriedad. — . Pero faltan al menos doscientos días para tomar esa decisión.

Unos pasos rápidos y pesados detrás de nosotros nos hacen detenernos y voltear rápidamente. Los ojos azules de Kath nos miran con molestia mientras sube rápidamente los escalones faltantes para llegar a nosotros.

— Con el Alfa detrás de nosotros y sin comida no sobreviviremos ni diez días — la voz amarga y burlona de su tono me hacen sentir enojada, había escuchado nuestra conversación.

Hacemos contacto visual, ella no baja la mirada así que yo tampoco lo hago, a medida que ella nos rebasa y se adelanta hacia el pasillo que lleva a su habitación el contacto se pierde. Caleb no dice absolutamente nada, pero solo con ver cómo tensa su mandíbula mientras la ve irse puedo saber que también se siente como yo.

— Ella sí que es molesta — susurro mientras vuelvo a caminar. Caleb me acompaña rápidamente.

— Inmadura, diría yo — responde Caleb.

Suspiro al mismo tiempo que llegamos a la habitación.

Ojalá no hubieras dicho eso.

Entramos y me apresuro a caminar al baño para recoger mis pocas pertenencias dispersas. Mientras empacaba, la realidad de nuestra situación me golpeó con fuerza.

¿Que es lo que me espera cuando salga de aquí? ¿Voy a morir a manos de él Alfa como mis padres? ¿Sobreviviré?

Mi mente aún estaba inmersa en el caos de la noche, el aire tan gélido, el no lograr oler al Alfa ni siquiera cuando estaba cerca, el miedo que me invadió cuando escuche la voz de Caleb decir que el estaba ahí no se comparaba con ningún otro que había sentido en mi vida, no podía creerlo, jamás pensé tener que huir de el hombre al que más admiraba y obedecía ciegamente.

No debí ir al bosque aquella tarde, no debimos beber, no debimos fumar, esto no estaría pasando si tan solo no hubiésemos sido tan estúpidos.

— ¿Estás lista? — preguntó Caleb después de unos segundos, sacándome abruptamente de mi nostalgia. Suspire mientras daba un último vistazo a mi alrededor.

— Casi — respondí, tratando de enfocar mi mente en el presente. Guardé los últimos artículos en la mochila y salí de el baño. En la habitación no había nada mío y Caleb ya esperaba por mi con su mochila al hombro.

Desterrada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora