Capitulo 5.

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Ubicación de Hailey: huellas negras.

Ubicación del único vampiro sobreviviente: colmillos rojos.

Ubicación del Alfa Greco: huellas rojas.

Ubicación del Alfa Greco: huellas rojas

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Hailey.

La oscuridad absoluta me rodea, no es el tipo de oscuridad que le gusta a alguien, es sofocante, llena de presencias invisibles que parezco cargar sobre mis hombros. Mi respiración es pesada, cada inhalación quema mis pulmones, y el sonido del garras, colmillos y gritos ahogados en la distancia se cuela por mis oídos. Giro a todos lados tratando de encontrar el lugar del que provienen los gritos.

Frente a mí, los vampiros se abalanzan veloces como sombras. Puedo oler su hedor, un olor a sangre seca y carne podrida.

De la nada a mis lados aparecen Blair y Cameron, en sus formas humanas, ambos parecen estar bien y listos para enfrentar a los vampiros, quienes en un instante, están sobre nosotros.

Blair está a mi lado, sus afiladas garras cortan el aire con fuerza, luce tan brillante y valiente, tan real, tan viva.

Uno de los vampiros la embiste de golpe llevándosela de mi lado, su mandíbula abierta, los colmillos brillando como dagas bajo la tenue luz. Ella emite un grito aterrador. Grito su nombre, corro hacia ella, pero mis pies parecen hundirse en el suelo.

— ¡Blair! — mi voz es un eco distante, ahogado por el sonido de la pelea. — ¡Resiste Blair!

Cuando logro liberar mis piernas y salto sobre el vampiro, el desaparece y en su lugar solo está el cuerpo inerte de mi mejor amiga, su sangre se esparce por el suelo, oscura y espesa, como un río macabro que tiñe todo a su paso. Un frío mortal se instala en mi pecho, congelándome de horror mientras la sostengo entre mis brazos.

Cameron pelea frente a nosotras, otro vampiro se abalanza sobre él desde las sombras. No puedo moverme, mis piernas están atrapadas en esta maldita tierra que parece devorarme nuevamente. Lo veo caer de rodillas, el vampiro le arranca la garganta de un mordisco salvaje. La sangre de Cameron brota en un torrente, empapando el suelo. Mi corazón late con una furia incontrolable, pero estoy paralizada, viendo cómo la vida de mis amigos se desvanece ante mis ojos sin que yo pueda hacer nada.

Como si fuesen polvo los cuerpos de mis amigos se desintegran frente a mi, todo se oscurece aún más y de repente, cambia mi entorno, ahora estoy de pie en medio de un bosque diferente, uno que reconozco, el bosque de la frontera norte de New Moon. Mi hogar.

El viento silba entre los árboles, pero hay algo más, algo que me acecha entre las sombras. Miro a ambos lados intentando ver que me rodea, escucho gritos lejanos y comienzo a caminar en dirección a ellos.

— Mamá... papá... — mi voz es apenas un susurro, el miedo me embarga por completo mientras me acerco cada vez más y logro distinguir sus voces. — ¡Mamá!.

Desterrada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora