Camino apresurada, debería haber llegado hace 10 minutos atrás al parque que acordé con Damond.
A lo lejos puedo visualizar a Damond.
- llegue - respiro agitadamente tratando de que el aire vuelva a mis pulmones.
El me ve y me sonríe.
- 10 minutos tarde - se ríe - ¿estas bien? - pregunta.
Yo asiento y levanto un dedo indicando que me de un momento.
Una vez regularizada mi respiración me yergo y lo miro.
- ahora si, disculpa por llegar tarde... - titubeo - ser puntual no es uno de mis puntos fuertes.
Suelta una carcajada ronca.
- no pasa nada - me abraza - ¿donde quieres ir? - pregunta separándose.
- no lo se, ¿donde quieres tu? - le pregunto.
Piensa.
- podríamos ir al centro comercial M&D - el más caro del país - a comer helado y si quieres compramos cosas que te gusten - me sonríe y yo asiento como niña pequeña.
Pasa su brazo por encima de mis hombros y ambos caminamos juntos.
- viene en mi auto, es... - lo busca con la mirada - ese de ahí - apunta a un BMW serie 4 color blanco.
Que lindo.
Cuando llegamos a su auto me abre la puerta del lado del copiloto y el se sube en el lado del conductor.
Nos colocamos los cinturones de seguridad y arranca.
Ambos vamos hablando de muchas cosas.
Me cuenta que sus padres son de una muy buena familia de alto rango, pero el siempre quiso ser doctor y sus padres siempre lo apoyaron.
Me hace muy feliz cuando me cuenta eso.
Pues sus padres lo apoyaron a poder seguir sus sueños y lo logro.
Siento un poco de envidia, el si tiene padres que lo apoyen...
En eso, llegamos hacia el centro comercial, el estaciona el auto y ambos nos bajamos.
Lo primero que hacemos al entrar es buscar una heladería y por suerte en menos de 5 minutos la encontramos.
Hacemos fila y cuando llega nuestro turno, que la verdad llega muy pronto, el se pide un helado de menta con vainilla y yo uno de frutilla con chocolate.
Salimos del local y nos dirigimos a una cafetería, apenas entramos dos sirvientes nos vienen a recibir.
- hola señor Damond, buenas tardes - dicen al unisono refiriéndose a el y luego pasan su mirada a mi - buenas tardes señorita, un placer conocerla, ¿que desean?
¿Por que nos tratan de esa forma...?
- quiero una malteada de vainilla y un poco de torta de durazno, por favor - pide el con una sonrisa - ¿y tu Thara? ¿Que vas a querer?
Yo lo miro con la boca abierta.
- emm... yo quiero una malteada de chocolate y una torta de durazno también, por favor - sonrió.
Amo la torta de durazno.
Ellos asienten y nos indican donde nos sentemos.
Mil preguntas rondan en mi cabeza.
- Thara, ya suéltalo - dice el con una sonrisa burlesca.
- ¿por que te tratan así? O nos trataron así y también ¿como saben tu nombre? - suelto inmediatamente.
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Luces De Salvación (BORRADOR)
RomanceThara Rhyes Lee Una joven que en ese entonces tenia solo 16 años, con la familia más hermosa que podrás imaginar. Ella es multimillonaria, pero es muy humilde, siempre piensa en los demás, le encanta bailar danza urbana y contemporánea, también le e...