Luces De Salvación (BORRADOR)

capitulo 8

Realmente no se cuanto a pasado...

Solo se que todo mi cuerpo arde...y duele...

Duele demasiado...

Quema...es un dolor insoportable...

Me encuentro tirada en el frío suelo...estoy sucia...y tengo sangre seca en mi cuerpo...mi cabello esta desordenado...

Lentamente, voy tratando de sentarme, hasta que lo logro, intento apoyar mi espalda, pero esta al mínimo roce...duele...

Suelto un quejido.

Trato de levantarme, pero caigo...

Grito de dolor...

Pasan unos segundos en los que solo me quedo ahí sentada en el suelo...mirando un punto fijo.

Hasta que vuelvo a la realidad, y por segunda vez intento levantarme.

Esta vez si lo logro, con mucho dolor comienzo a caminar, lentamente, llego hasta mi suéter me lo coloco, y sigo caminando.

Llego hasta la salida, y lentamente abro la puerta para salir de esta, camino por los pasillos y subo las escaleras, hasta que llego a la sala de estar.

Pero paro en seco cuando veo a una persona...

O más bien monstruo...

Salgo de mi trance, y camino hasta las escaleras, pero su voz me detiene.

— veo que has despertado — dice "papá" con voz dura.

Me doy la vuelta y lo miro directo a los ojos...

Con dolor...

— cuanto tiempo ha pasado — pregunto apenas pudiendo hablar.

El piensa, se me queda mirando sin decir nada...

Así pasan durante unos segundos hasta que vuelve a hablar.

— casi tres días — dice.

Tres...

¿Tres días?

Tres putos días...

Yo asiento y subo las escaleras, camino por los pasillos hasta llegar a mi habitación, entro en esta y cierro la puerta detrás de mi.

Caigo al piso de rodillas, y la slagrimas comienzan a salir...

¡tres días!

¡tres malditos días, y nisiquiera se inmutó...por saber si su hija estaba bien...si...!

¡ES UN HIJO DE PUTA!

¡UN MALDITO HIJO DE PUTA!

el...

El no es mi padre...

Es un monstruo...Un maldito monstruo...

Lloro...

No paro...

Solo, dejo salir todo el dolor...

No paro de llorar, miró hacia mi mueble y veo mi libreta.

La libreta donde le escribo a mamá...

Me levanto del piso y camino hacia mi cama, para sentarme y tomar mi libreta, con mucho dolor en mi cuerpo...

La abro y cojo un lápiz azul pasta, y comenzó a escribir descargándome de todo el dolor que siento.