CAPÍTULO 1

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Han pasado cuatro años desde el nacimiento del pequeño Yuji. Es un niño carismático y alegre, el sol de la casa lo llaman sus padres. Goza de muy buena salud, y adora pasar tiempo con su hermano mayor, un alfa 6 años mayor que él, llamado Choso.

Ambos padres, al ser alfas, se dedican a trabajos corporativos, por lo que Yuji pasa gran parte del tiempo con su nana, una beta de unos cuarenta y tantos años. La mujer fue asignada por el gobierno para cuidar del pequeño desde el día de su nacimiento, y aunque Kaori y Jin no estaban de acuerdo, no tuvieron más que aceptar. Para su sorpresa, su adorable cachorro aceptó a la mujer de inmediato, por lo que ahora, ella ya es parte de la familia.

- ¡Nana! - grita el animado cachorro al salir al de casa con un libro entre sus brazos. - ¡Nana! ¿Puedes leerme este cuento, por favor? - la sonrisa que irradia el pequeño de cabellos rosa complementa la maravillosa imagen frente a sus ojos, pues aunque la nana no lo admita, Yuji es la flor más bella de ese jardín.

- ¿Otra vez ese cuento, joven amo? - cuestiona curiosa la mujer, pues desde hace unas semanas el pequeño está obsesionado con aquella historia. No importa el esmero con el que escondan ese libro, él siempre lo encuentra. - ¿Está seguro de que no desea que le lea algo más? - pregunta con dulzura para no lastimarlo.

- No, no, no. - niega ferviente con su cabecita. - Quiero que leas este cuento. - da suaves golpecitos sobre la tapa desgastada del libro.

- Si eso es lo que quiere, lo haré. - toma con cuidado al menor y lo sienta en su regazo. - Había una vez, un hermoso omega que buscaba a su destinado... - comenzó el relato que a estas alturas parecía saberse de memoria y el pequeño también.

Durante una de sus intromisiones a la biblioteca de la modesta residencia mientras jugaba a las escondidas con su hermano y la nana, Yuji encontró un libro que captó su atención de inmediato. De tapa dura, y bordes dorados, contiene el relato de dos enamorados. Narra la historia de como dos destinados, después de incontables retos, consiguen formar un lazo.

Yuji es un soñador nato, por lo que desde que encontró el libro, pide que se lo lean una y otra vez, incluso para dormir. Y como si fuera poco, entre los murmullos de la gente escuchó que sus padres son como la pareja de su cuento favorito, destinados. Cada que tiene oportunidad les pregunta que siente, si se quieren mucho y si por su lazo se sienten conectados. No parecen preguntas complejas, pero responderlas de forma que entienda las respuestas es complicado.

Durante la lectura de la nada, Yuji interrumpe el relato. - Nana, ¿crees que Yuji encuentre a su destinado? ¿Crees que me esté buscando? - cuestiona con la curiosidad propia de un niño. Levanta su vista para mirar a la mujer.

- Es difícil decir si sucederá o no, joven Yuji. Pero estoy segura de que su destino lo está buscando cuál tesoro perdido. - sonrió con ternura y beso la cien del menor.

Yuji llevo su pequeña mano a la página donde hay un dibujo de un omega en un precioso kimono blanco. - ¿Qué pasa si no me encuentra? - frunce sus labios.

- Hmmm... Creo que son muchas preguntas para alguien tan pequeño. Si bien es difícil, no es imposible. Además, puede que el joven amo se enamore de alguien sin necesidad de ser destinados. - pellizca la mejilla del menor para animarlo. Acción que le roba una adorable risa al menor.

Luego de aquella breve conversación, la nana continúa el relato donde cuenta como aquellos enamorados logran su objetivo. Como si fuera la primera vez, Yuji sonríe complacido. Cierra el libro y lo abraza a su pecho.

Es un niño adorable de pies a cabeza, ha sido educado muy diferente a muchos otros de su clase. Muchos omegas actualmente son groseros y demandantes, pues al conocer su clase no dudan en tomar ventajas sin discreción. Por el contrario, Yuji es demasiado amable.

AST - NUEVOS DIOSESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora