Mover a Megumi y Nobara de sus respectivas casas conllevó una labor de gran magnitud por parte de las tres familias, no solo por su protección, sino porque debían asegurarse de que nadie se enterara de sus movimientos, pero a final de cuentas lo habían conseguido y eso era lo único que importaba. Ahora Megumi, Nobara y los tres líderes se encontraban en la entrada principal de la residencia Gojo.
Los gritos y risas resonaban por todas partes, los chicos ya habían iniciado la fiesta. Naobito y Noritoshi se veían confundidos, ya que no era normal que tantos jóvenes se reunieran, pero ahí estaban, en una casa repleta de adolescentes.
– Las cosas ya están muy animadas. – Masaru miró a los dos adolescentes y estos sonrieron nerviosos. – Síganme, por favor. – al ingresar a la residencia se encontraron con una escena encantadora, todos estaban rodeando a Yuji para cantarle feliz cumpleaños, al parecer habían llegado justo a tiempo.
– ¡Hola! – gritó Yuji para segundos después salir corriendo a recibir a sus nuevos invitados.
Los adultos saludaron al encantador niño de cabellos rosa que vestía un adorable conjunto de tonos pastel que hacía resaltar su cabello y ojos, contrario a Megumi que vestía colores más oscuros y que Nobara que vestía colores más llamativos, tan distintos, pero a la vez tan tiernos que los mismos ancianos no pudieron evitar sonreír.
– Buenas tardes. – saludaron ambos con timidez. – Mi nombre es Megumi Fushiguro. – dijo primero el niño.
– Y yo soy Nobara Kugisaki. – pasó sus dedos por su cabello y le sonrió.
– Yo soy Yuji Itadori, gracias por venir a mi fiesta de cumpleaños. – tomó una mano de cada uno y buscó aprobación de los adultos para arrastrarlos a donde se encontraban los demás y estos sólo asintieron. Sin más, Yuji los llevó al centro de la sala. – Los presentaré primero, él es Satoru Gojo, mi destinado. – un tierno rubor cubrió sus mejillas al referirse así al albino, Satoru en respuesta sólo asintió. – Él es mi hermano mayor, Choso. – señaló al azabache al fondo. – Ella es Ieiri Shoko, él es Suguru Geto, ella es Yuki Tsukumo y ellos son mis papás y la mamá de Toru. – presentó a todos.
– Soy Nobara Kugisaki, gracias por recibirnos. – dijo la castaña haciendo una leve reverencia.
– Me llamo Megumi Fushiguro, es un placer conocerlos. – al igual que la castaña, hizo una leve reverencia.
– Ahora que todos nos conocemos podemos continuar con la fiesta. – intervino Oyuki al ver a todos los chicos. La fiesta inició cantándole las mañanitas a Yuji y todos le desearon un feliz y bendecido cumpleaños, Satoru se notaba feliz, pero a la vez incómodo, ya que el que Yuji cumpliera los 12 años, implicaba que su época de cortejo había iniciado.
– Si lo miras así, lo incomodarás. – dijo Kaori al entregarle una bebida. – Para Yuji sólo existes tú, así que no te preocupes por los cortejos. – susurró como si le hubiese leído la mente. – Ve con él y diviértanse. – le alentó a acercarse a su cachorro.
– ¿Está preocupado? – cuestionó Oyuki algo divertida, a lo que Kaori sólo asintió y ambas rieron.
La fiesta continuó en el jardín, donde tenían a su disposición un hermoso jardín y una maravillosa piscina, la diversión no se hizo esperar, todos jugaban y reían a medida que iban tomando más confianza, sin embargo, no pasó desapercibida cierta interacción entre dos azabaches, tal parecía que Megumi había captado la atención de Suguru, pues el pelinegro no le quitaba los ojos de encima, mientras que Nobara y Ieiri se había llevado de maravilla desde que se saludaron y no paraban de hablar de sus gustos por ropa linda, Yuki seguía detrás de Choso proponiéndole matrimonio cada vez que podía y el par de destinados no se despegaban.
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AST - NUEVOS DIOSES
Fiksi Penggemar20 de marzo del año 2450. En el hospital nacional de Sendai por primera vez en 25 años ha nacido un omega. De piel ligeramente bronceada, inusual cabello rosa y orbes color avellana, el llanto de Yuji Itadori resuena en el hospital. Por los altavoce...