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Por su parte Kyle llegaba a la universidad. Estaba un poco cabreado por haber dejado ir tan fácil a su presa de anoche. Entrando por la puerta se encontró a su amigo Kenneth, o mejor conocido, Kenny.

—Hey, Kyle. ¿Cómo te va?— preguntó el rubio.

—Fatal—

—¿Ayer no tuviste sexo?—

—Lamentablemente no— suspiró decepcionado el pelirrojo.

El rubio se sorprendió ante la respuesta de su amigo. Metió sus manos en los bolsillos de su abrigo naranja y levantó sus hombros.

—¿Se puede saber por qué?— preguntó curioso.

—Pues estaba hablando con unas chicas, pero luego encontré un chico que me llamó la atención— comenzó Kyle. —Dejé a las chicas, me acerqué a él, le hablé, tomamos, lo llevé a mi departamento pero se quedó dormido sin siquiera haber comenzado— explicó.

—Y por eso es que solo me acuesto con mujeres— mencionó el rubio, el cual recibió una risa de su compañero.

—Ya, claro. Como si no babearas por Butters— se burló el pelirrojo.

—Oye, con Leo es diferente— se quejó Kenny —Con él voy lento—

—Oh, amigo. Te enamoraste de verdad— sonrió Kyle.

—Si, claro—

Kenny trataba de ignorar las constantes bromas que hacía Kyle sobre su noviazgo con Leopold, pero justo en ese momento el otro rubio más pequeño pasó a un lado de ellos enojado.

—Uy, me pareció que estaba enfadado— Se preocupó el ojiverde.

—Iré a verlo— mencionó Kenny y salió corriendo tras el rubio.

—Pff. ¿Qué hiciste ahora Kenny? Butters te tiene como un tonto enamorado— rió Kyle mientras seguía caminado hacia el salón que le correspondía.

En el camino se puso a pensar en Stan. No sabía que era lo que le había pegado tan fuerte como para que el chico pelinegro no saliera de su cabeza. Seguramente eran esos ojitos azules celestiales, o su sedoso cabello, o su rudeza... Diablos!

Negó con la cabeza. Al no fijarse en el camino tropezó con una chica, Bebé. Ella era una compañera desde la secundaria, y habían tenido sus encuentros de vez en cuando.

—Oh, hola Kyle. ¿Cómo estás? Te noto estresado— habló ella en forma de coqueteo

—Oh, créeme, lo estoy— se recostó a la pared, colocando un brazo alrededor de los hombros de Bebé.

—Puedo ayudarte con eso— pasó su mano por el cuello de Kyle

—Si, pero será más tarde. Ahora debo ir a clases—

La rubia rió.

—Si que te tomas en serio las clases—

—Claro que lo hago. Soy el nerd de biblioteca—

Ambos rieron.

—Entonces ¿nos vemos después de clases en tu departamento?

—Claro—

Kyle se despidió de ella con un beso al aire y se adelantó a su salón.

Kyle se despidió de ella con un beso al aire y se adelantó a su salón

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Love is a Jersey Thing Donde viven las historias. Descúbrelo ahora