El audio fue escuchado por Stan y Kyle. Todo el plan de Bebé fue revelado. También el hecho de que Kyle no le fue infiel a Stan. Esto hizo que él pelirrojo sintiera alivio y el pelinegro sintiera su corazón sanando.
Ambos se miraron. Los ojos verdes decían: Te lo dije. Los ojos azules decían: Siempre te creí, perdón.
Volvieron a abrazarse y Kyle besó suavemente la frente de Stan. Esto desbloqueó un recuerdo del pelinegro.
—Kyle, respóndeme algo. ¿Fuiste a mi casa hace dos días?—
El pelirrojo asintió.
—Entonces tú me cuidaste en la noche—
—No podía dejarte así. Te amo—
Stan sollozó unos minutos. No había llorado tanto en su vida como en esos últimos días. Pero ahora sabía que estaría bien. Estaba bajo la protección de Kyle, sus brazos abrazándolo fuerte, diciéndole un te amo al odio.
—Yo también te amo—
Se besaron tiernamente. Ambos extrañaban probar los labios del otro.
Dos días después volvieron a estar juntos oficialmente. Esta vez Randy aplicó la del típico padre celoso del novio de su hija. Cartman aún seguía odiando a Kyle, pero aunque no lo admitiera, sentía un poco de admirar por ser tan honesto. Kenny y Leo seguían como siempre, felices y lindos.
Ahora, semanas después, se encontraban Wendy y Stan reunidos en una cafetería. Ambos pelinegros decidieron que debían hablar.
—Stan. Perdóname, por todo el daño que te causé. Y si no me perdonas, al menos dime qué no me guardas rencor— pidió ella.
—Wendy. No te odio. Gracias a todos tus fallos es que pude conocer a la persona que amo en estos momentos y sinceramente es lo mejor que me ha pasado— mencionó.
Ella sintió. Aunque le dolieran esas palabras, sabía que eran verdad.
—Te perdono que hayas ayudado a Bebé a hacer su maldito plan. Lo hago porque fuiste tú la que ayudó a que Kyle y yo estemos juntos nuevamente— explicó Stan. —Pero aún duelen los recuerdos del pasado. No te odio, pero tampoco te perdono todo—
—Ya veo—
Wendy estaba más que satisfecha. Realmente no se esperaba esa sauvidad de su ex. Por lo menos habían arreglado las cosas y ahora podía desaparecer de su vida en paz.
Ambos se levantaron y cada quien se fue por su lado. Wendy sonreía. Stan también. Por lo menos no todo había acabado tan mal con ellos.
A unas cuadras del lugar estaba estacionado el auto de Kyle, quién había terminado el día de universidad. Stan al verlo incrementó su sonrisa. Se subió al auto y abrazó a su novio.
—¿A qué se debe esa sonrisa?—
—Mi sonrisa es por verte— respondió el ojiazul para después darse un beso.
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Love is a Jersey Thing
RomanceEncontrar el amor en Jersey? ¿Qué es lo peor que podría pasar?