—Vamos Stan. Debes levantarte a bañarte— se quejó Cartman.
Como respuesta obtuvo un gruñido del pelinegro. Habían pasado 10 días desde que terminó con Kyle. Días en los que el gordo se encargó de alimentarlo y hacerle darse un baño de vez en cuando.
Stan no quería darse un baño. No quería comer. No quería ni salir de su habitación. No quería levantarse de su cama. Su corazón dolía, estaba cansado de tanto llorar, sus músculos se habían dormido. Estaba hecho mierda en conclusión.
Cartman negó con la cabeza y salió de la habitación. Convencer a Stan de bañarse no era nada fácil. Kenny, quien lo esperaba en la sala, miró con detenimiento su rostro. Sabía perfectamente que Stan se había negado a salir.
—Kyle volvió a llamar— mencionó el rubio mostrando su celular.
Cartman gruñó. Tomó su propio teléfono y le mandó un mensaje a Kyle.
—¿Qué haces?—
—Mandarle un mensaje al maldito judío. Si quiere explicar las cosas que lo haga en persona— gruñó el gordo.
Kenny asintió. Mandó un mensaje a Leo para avisarle que saldría con Cartman y que necesitaba que alguien cuidara a Stan. Butters aceptó sin problema.
Tan pronto como el rubio menor llegó a la casa de Stan, Kenny y Cartman salieron. Eric había acordado verse con Kyle en el parque, para así poder contenerse al estar en un lugar público.
—¡Kenny!— gritó el pelirrojo para después acercarse a el rubio y el castaño.
—Ve al grano maldito— ordenó Eric.
Kyle suspiró.
—Se que posiblemente no me creas— se dirigió a Cartman— Pero lo que te voy a decir es la verdad. Bebé puso algo en mi bebida. Y hubo otra persona implicada en la trampa— explicó.
Kenny se quedó pensativo. Cartman solo soltó una carcajada y miró con ira a Kyle.
—Invéntate una mejor mentira para la próxima—
El castaño comenzó a caminar hacia su auto. Estaba enojado, muy enojado. Pero trató de contenerse, no quería soltar su enojo en pleno parque. No podía arruinar su imagen pública.
—Kenny, ¿tu me crees verdad?— preguntó Kyle mirando suplicante a su amigo.
—La verdad estoy confundido. Te creo, lo hago. Sé que no serías capaz de engañar a Stan, porque lo ví en tu mirada. Aquel sentimiento que tuve cuando conocí a Leo, lo tienes tú con Stan. Pero por ahora no puedo ayudarte. Agradece que Cartman no te partió la nariz hoy. Puede parecer que no, pero se preocupa por Stan como si su vida dependiera de ello. Y Stan ha estado mal, muy mal. Apenas come. Realmente le dolió—
Cada palabra dicha por el rubio llegaba como una puñalada al pecho de Kyle. Por su culpa la persona que ama estaba sufriendo. Quizás si no hubiera ido esa noche donde Bebé. Pero el quizás no existe.
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Love is a Jersey Thing
RomanceEncontrar el amor en Jersey? ¿Qué es lo peor que podría pasar?