Stan estaba preocupado. Kyle no había regresado. Se había ido hace 5 horas. De hecho, ya había amanecido. Lo llamó varias veces pero le daba apagado. ¿Y si le pasó algo malo? ¿A dónde pudo haber ido a las 2 de la mañana?
Llamó a Kenny para preguntarle si estaba con él. El rubio le respondió que no lo había ni llamado. Butters igual. Cartman era una opción que realmente no valía la pena. ¿Pero que tal que el gordo lo haya secuestrado? Cartman era capaz de todo, pero no esta vez.
—¿Dónde estás Kyle?—
Tampoco iba a llamar a Gerald. No quería preocupar a la familia si realmente no había pasado malo. ¿Pero donde estaba Kyle?
—Ya estamos aquí— Dijo Cartman entrando por la puerta de la casa.
Stan miró como Kenny y Butters también entraban. Sus rostros mostraban preocupación. Incluso Cartman tenía un rostro serio. Normalmente haría bromas.
—¿Esto es normal en él Kenny?— preguntó Stan refiriéndose a Kyle.
—Para nada. El nunca se desaparece— el rubio explicó.
—¿Dijiste que había recibido una llamada antes de irse?— preguntó Cartman.
Stan asintió. Realmente no había escuchado si Kyle contestó la llamada o no, solo supo que el teléfono sonó.
—Necesitamos averiguar que está pasando— dijo Butters.
El teléfono de Stan sonó con un mensaje. Era una foto. Con curiosidad abrió aquel archivo encontrándose con una foto que jamás pensó ver. Dejó caer el teléfono del sofá y sus ojos empezaron a soltar lágrimas.
—¿Stan, qué sucede?— se acercó Butters.
Cartman recogió el teléfono del suelo y miró la foto. Sus ojos se prendieron de la rabia. ¿Cómo se atrevía ese puto judío?
—¡Lo voy a matar!—
Le enseñó la foto a Kenny y Butters quienes también se quedaron sorprendidos y aterrados.
¿Qué contiene la foto? Nada más y nada menos que a un Kyle durmiendo tranquilamente a un lado de Bebé, ambos desnudos y llenos de marcas. El número que le había mandado la foto era privado.
Cartman salió de la casa hecho furia. Seguramente iría a buscar a Kyle hasta en el mismísimo Sol y lo mataría a golpes.
—Butters, quédate con Stan. Yo iré a detener a Eric antes de que haga una locura— mencionó Kenny para luego salir.
Leo se sentó a un lado de Stan y lo abrazó. No era muy bueno con estos temas, solo sabía que debía quedarse y apoyar a Stan.
—Quizás la foto es vieja. Tal vez es un montaje. No podemos sacar conclusiones tan apresuradamente— mencionó tratando de calmar al pelinegro.
Stan se limpió las lágrimas y asintió. Es cierto, no debían sacar conclusiones apresuradas. Tal vez todo era una mala broma. Tal vez era una foto antigua. Estaba consciente de que Kyle tuvo sus encuentros con Bebé antes de estar con él.
—Iré a prepararte un café. Te sentirás mejor— y Butters se fue a la cocina.
Stan se quedó en el sofá tratando de que sus lágrimas no salieran nuevamente. ¿Qué tal si la foto es completamente real? ¿Qué tal si Kyle realmente lo engañó? Es una coincidencia muy rara que Kyle se pierda y aparezca esa foto.
Lo sabía, sabía que no debía enamorarse. Mucho menos de un maldito casanova.
La puerta fue tocada varias veces con desesperación. Debía ser Cartman. Aunque era raro pues este tenía llaves de su casa.
Se levantó para abrir la puerta. Ahí, parado frente a él, estaba el protagonista de su sufrimiento.
—Stan, menos mal que abriste. Puedo explicarlo, yo...—
Stan lo calló con la mano. No quería escuchar nada. Si Kyle quería darle explicaciones eso significaba que había hecho algo. Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos nuevamente. Ahogo su llanto en su garganta, dolía un montón. El cuello de Kyle estaba envuelto en marcas.
—¿Stan?—
—La foto... ¿Es real?— preguntó con tono lastimero.
Kyle abrió los ojos con sorpresa. Stan había visto la foto. Cerró los ojos fuertemente y suspiró. Trató de alcanzar el hombro de Stan pero este se alejó.
—Stan...—
—¡¿Es real o no?!—
Kyle quedó en silencio. Ese silencio significó una y mil razones para creer que la foto era real.
—Vete— ordenó Stan —¡Vete!— gritó cuando notó que Kyle no se iba.
—¿Stan?— Butters salió de la cocina.
—Si no dices nada es porque es verdad... Eres un maldito hijo de puta— golpeó el pecho de Kyle con su puño. —Cartman tenía razón. Eres un puto problema. No sé ni por qué me enamoré de ti. Solo sabes jugar con los sentimientos de las personas—
Kyle seguía en silencio, recibiendo los golpes de Stan. Butters llamó a Kenny para que viniera lo más rápido posible.
—¿Vas a seguir callado?— preguntó Stan estallando en rabia. —¡¿Es qué no te importa?! ¿¡Algo de lo que vivimos es real!? ¿¡Las promesas!? ¿¡Las caricias!?—
Stan dejó de mirarlo. Bajó la cabeza tratando de respirar más calmado. No lo podía creer. Kyle no decía nada. Era obvio que todo fue una mentira. Su padre tenía razón, nunca le llegaría a importar a nadie más.
—Stan yo...—
—¡Ahora no me hables! Te mantuviste callado todo este tiempo... Dime Kyle... ¿Realmente me amas?—
—Lo hago— respondió de inmediato el pelirrojo.
—Entonces por qué....—
La voz de Stan era un pequeño hilo que se iba desgastando poco a poco. Apretó su mano y volvió a mirar a esos ojos verdes que lo habían engañado.
—Solo vete. No quiero hablar contigo por ahora—
Kyle no quería irse. Sus lágrimas también amenazaban con caer. De no ser porque lo jalaron de su sudadera, no se hubiera ido. Era Kenny.
—Amigo, vete. No causes más problemas—
Cartman no venía con Kenny. Buena idea. Seguramente Eric le hubiera partido la cara.
Kyle se fue de ahí, con lágrimas en sus ojos. Stan cayó al suelo y pronto fue ayudado por Kenny y Butters. Vio a Kyle marcharse y le dolió...
—Vamos, te hice el café— habló Butters.
Kenny guío a Stan al sofá nuevamente. El pelinegro realmente estaba destrozado. Los dos rubios se miraron preocupados por el bienestar de su amigo.
Stan estaba llorando. Quizás debió escuchar su explicación, quedarse ciego de amor, para que así su corazón no doliera.
¿Pero que más explicación que su silencio?
Estoy muriendo por dentro. Me dolió un montón escribí este capítulo. 😢🥲.
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Love is a Jersey Thing
RomantikEncontrar el amor en Jersey? ¿Qué es lo peor que podría pasar?