⚔Capitulo 4:Que Comiencen Las Cosechas

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¿Debo mencionar lo mucho que amo a mi padre?

Yo creo que si, especialmente cuando me obliga a permanecer en el capitolio aun cuando Finnick se fue a casa hace dos días, al igual que el resto de vencedores que habían en la capital.

-¿Estas lista? -pregunta el objetivo de mi ira haciendo que me levantara de mi asiento con un pesado suspiro.

-Fue mi idea al final... -murmure desganada y este insistió taladrándome con su mirada- Lo estoy -avise segura recibiendo un asentimiento de su parte mientras abría las puertas del despacho presidencial para ver a Snow mirando las transmisiones de los distritos- Que comiencen las cocechas...  -murmure para mi misma mientras avanzaba tras mi padre.

-Por suerte la transmisión se corto antes de que empezara el espectáculo... -notifico mi padre llamando la atención de Snow quien ni siquiera volteo a vernos al entrar.

La ira en sus ojos al ver a Katniss era casi escalofriante.

-¿Cuanta gente lo vio? 

-Aun con el retraso de 5 segundos paso muy rápido -notifique atrayendo por fin su mirada mientras me colocaba frente al gran escritorio de madera negra  y suspiraba seria- Por suerte pude intervenir y pedir a Caesar que apareciera rápido con algo de información banal sobre la boda, ayudara a conducir la ira hacia ella.

-Suerte, suerte... Si no puede controlar a Katniss Everdeen como dice, voy a tener que eliminarla -dictamino mirando a mi padre con fiereza y este ni se inmuto haciéndome sonreír de lado.

Snow esta senil si cree que lo dejare tocarlo siquiera.

-Toda su especie debe ser castigada... -continuo reproduciendo la transmisión con una mirada de odio.

-¿Su especie? -pregunto mi padre confuso.

-Nosotros, los vencedores... -respondí atrayendo la mirada de ambos hombres- ¿Me equivoco? -pregunte mirando fijamente al Snow.

Tal vez no sea lo mejor desafiarlo ahora, peor que hable de mi y personas que considero familia como la plaga me hace hervir la sangre.

-Heavensbee puedes retirarte -pidió sin dejar de mirarme, pero era obvio que no se refería a mi.

Hice un gesto con la mano al sentir la mirada y duda de mi padre sobre mi.

Segundos de silencio después, nada pudo romper el aire tenso mas que el ruido de la puerta.

-Me recuerda a él sabe...  -murmuro Snow con voz tan baja que solo pude escucharlo por el abundante silencio- ¿Alguna vez se lo comente?

-Disculpe señor no entiendo -respondí confundida y este me hizo una seña para sentarme frente a él.

Decidí romper la tensión de muerte y me senté sobre el escritorio haciéndolo reír seca y levemente por lo bajo.

¿Acabo de hacer reír al genocida?

-Sejanus Plinth, mi mejor amigo... -menciono inclinándose hacia mi y trague saliva luego de esa bomba personal que no supe responder.

Según las clases de historia de mi padre, la familia Plinth hizo rico al presidente por que su único hijo había muerto injustamente como agente de la paz o algo así, y desde esconces ya no permitían que nadie fuera del distrito 2 fuera agente de la paz.

- Lastimosamente tuvo que... morir -continuo haciéndome recuperar la compostura y fruncir el ceño.

¿Tuvo?

-Se volvió muy peligroso para si mismo y quienes lo apreciábamos... -continuo resolviendo mi interrogación mental.

¿Él mato a su mejor amigo?

Fenix ~ Los Juegos del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora