Fenix ~ Los Juegos del Hambre

⚔Capitulo 1: El inicio de un problema

Hipócrita sin honor...

Así me sentía en estos momentos.

Asomando mi vistas por aquella villa cubierta de nieve a la espera de una morena trenzada, me sentía la persona mas hipócrita de todo Panem.

Pero en el momento en el que mi mirada pensativa se topo con la confundida de Haymitch corrí rápidamente las cortinas para borrar cualquier vestigio de duda de mi mente.

-Esta seguro de esto, ¿Señor? -pregunte recorriendo la habitación hasta sentarme frente a él, observando de reojo el lindo estudio.

Recuerdo el mío cuando estaba así, nuevo...

Ahora es el cuarto de juegos de mis dos muy malcriadas hijas.

Borre mi sonrisa ante ese recuerdo al escuchar la puerta de la casa y la voz de Katniss.

-Estos últimos meses ha sido un pilar contra la rebelión, señorita Heavensbee ¿Se esta arrepintiendo de su propuesta? -pregunto haciéndome negar rápidamente y este asintió- Bien, sus hijas se lo agradecerán.

El ultimo comentario tuvo el gran objetivo, cumplido, de alterarme, y recordarme que no era tan libre como me gusta pensar.

No esta vez.

Sim embargo, la hipocresía vuelve a golpearme, aunque trato de recordarme a mi misma las 3 rubias razones por las que hago todo esto.

Suspire acomodándome y poniendo mi mascara en acción al ver como Katniss entraba a la habitación.

-Tanto valor -se levanto Snow dejando la tasa de té mientras Katniss nos observaba petrificada.

-Creo que.. espíritu seria el termino apropiado -murmure comiendo una galleta por la culpa y Snow sonrió de lado- O desprecio, tal vez... -corregí a la par que Snow proyectaba una grabación de la parte final de los antiguos juegos.

-Presidente Snow, Helena, que honor -murmuro seria acercándose y reí por su mentira.

-Oh querida creo que será mejor si acordamos no mentir de ahora en adelante, ¿Qué piensas? -pregunto este sentándose.

-Si.. creo que eso nos ahorraría mucho tiempo -replico borrando su falso encanto por nuestra presencia.

-Siéntate -pedí señalando la silla a mi lado y esta negó haciéndome suspirar.

-Tenemos un problema señorita Everdeen, que usted agravo cuando revelo esas bayas envenenadas en sus juegos... -explico Snow haciéndole una seña que la sentó a mi lado al instante- Y si el antiguo Seneca Crane hubiese tenido algo de cerebro la hubiese echo pedazos en ese momento.

Vaya... Y yo creí que tenia mala  suerte, sin duda no quisiera ser Katniss Everdeen justo ahora.

-¿Se agravo?-pregunto confusa.

-La señorita Heavensbee si sabe como jugar un acto interesante, y aun mas, creíble a su comparación y la de Seneca Crane, pero aun así aquí estas, y supongo sabes donde esta él -insinuó serio y suspire ligeramente dolida por la perdida de un buen amigo.

-Si eso creo... -murmuro mirándome fijamente- Creí que era tu amigo... -murmuro casi inaudible pero al captarlo sonreí de lado con melancolía.

-Lo era -confesé borrando mi sonrisa agria- Por eso no aprecio el por que dar su vida por la tuya, no veo que lo valga, aun -deje claro mirándola de arriba a abajo, cohibiéndola lo suficiente como para que rehuyera mi mirada y volviera a centrarse en el presidente.

-No sea tan dura con ella señorita Heavensbee, luego de ese teatro la verdad no queda mas dejarte representar tu comedia y eres muy buena -intervino Snow mirándola sonriente.