Segundo Arco: El Síndrome de Cryzta
🐑⭐⭐
-¿Cuánto tiene que falleció? -preguntó Alex, con una mirada sombría.
-Tiene menos de dos minutos -respondió Sasha, sin emoción en su voz.
-Fue por su culpa... ¡Volvieron a fastidiarme! -gritó furioso Alex-, esto no se va a quedar así, voy a matarlos... ¡¡¡Voy a matarlos a todos!!!
-¡Alexander, cálmate! -exclamó enojada Rosy, sacudiéndolo por los hombros.
-Que salgan las enfermeras... -dijo débilmente Alex.
-Pero... ¿Para qué? -preguntó Sasha, siendo interrumpida por un botiquín que iba volando hacia ella.
-Dejen de estar perdiendo el tiempo... ¡¡¡Solo háganlo!!! -reclamó colérico Alex.
Accediendo a su pedido, Shiori saca de la habitación a ambas enfermeras para luego cerrar la puerta tras ellas, las demás que se quedaron, solo se apartan, evitando obstaculizarle el paso; sin dejar de ver el cuerpo de Lucy, Alex saca su violín del estuche, colocándolo sobre su hombro y cuello, comprendiendo lo que está por hacer, Rosy trata de detenerlo, pero antes que consiga alcanzarlo, es tacleada por Alexia, quien la empuja contra una de las sillas.
-Ya perdí a Alessa, no voy a perderte a ti, Lucy-chan -dijo, colocando el arco sobre las cuerdas del instrumento.
-Cariño, no lo hagas, debe haber otra forma... ¡Puedes morir! -gritó desconsolada, mientras le suplica con la mirada que se detenga.
-¿Qué vas a hacer? -preguntó Andrea, apartándose del cuerpo de su sobrina.
-Este es el réquiem, que desafía a la muerte -respondió Alex, sonriéndole de forma cálida-, ya me arrebataste a una de mis hermanas, no pienso dejar que te lleves a otra.
-Un momento... ¡Alex, no! -replicó Andrea, tratando de detenerlo.
Apenas comienza a tocar el violín, una poderosa energía repele a todas las presentes, como si quisiera alejarlas intencionalmente, la melodía es de lo más hermosa y a su vez, muy espeluznante, una majestuosa niebla carmesí brota de las cuerdas, la misma que envuelve el cuerpo de Lucy; sin embargo, un efecto adverso se manifiesta en Alex, pues este comienza a temblar, presa del intenso dolor que le provoca el mismo réquiem, sangre brota de su nariz y boca, pero ni así se detiene, de hecho aumenta la velocidad de la tonada, alcanzando las notas más altas, lo que provoca una lluvia de luces multicolores alrededor de la habitación.
Lentamente, la temperatura corporal de Lucy comienza a aumentar, provocando que su cabello recupere su tonalidad castaña, además de escucharse una especie de crujido, como si algo en su interior se estuviera descongelando; llegando al clímax de la melodía, Alex cae sobre una de sus rodillas por la falta de aire, mientras su corazón se acelera de tal forma que pareciera que va a explotar, pero ni así se detiene, logrando concluir el réquiem.
-Terminé... -dijo Alex, sujetándose el pecho y jadeando a causa del dolor.
-¡¿Acaso estás loco?! -preguntó angustiada Rosy, tirándose junto a él.
«Por favor, que haya funcionado -pensó Alex, cerrando los ojos a modo de súplica».
-¿Onii-chan? -preguntó débilmente, una voz infantil.
-Lucy... ¡Estás viva! -expresó llorando Andrea, abrazándola con fuerza y besando su rostro sin parar-, Alex, gracias por devolvérmela.
-¡¿Cómo lo hiciste...?! Ni siquiera los generales más poderosos, tienen la capacidad de revivir a los muertos -manifestó Sasha, impactada por lo que acaba de ocurrir-, incluso Alessa, no consiguió llevar a cabo tal hazaña con este mismo réquiem.
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El Réquiem de Alessa
General FictionAlexander D'veró, un chico de trece años de edad, tan ordinario como cualquiera de esa edad, salvo por el hecho, de haber sido responsable del accidente donde perdió la vida su hermana mayor cuando apenas eran unos niños; tras aquel acontecimiento...