Segundo Arco: El Síndrome de Cryzta
🐑⭐⭐
Una vez que Lucy se ha ido, Andrea se acerca a Karla, la cual sigue caminando hacia ella, quedándose en silencio, se ven a los ojos para luego voltearse hacia Alex y Rosy quienes siguen demostrándose su amor; entre tanto, Schneider, Reynoso y Shiori, optan por retirarse en silencio, motivados por el festín que aguarda en la casa D'veró, tan solo Rubén permanece parado cerca de una arboleda, a la espera de su amiga.
Terminando de acercarse a la profesora, Karla se coloca a su lado, cruzada de brazos y con una cara seria, mientras sigue viendo al par de enamorados; sintiéndose algo incómoda por la presencia de la chica, Andrea decide romper el silencio.
-¿Qué pasa, Álvarez? -preguntó, viéndola de reojo.
-¡Esa maldita Yurei tiene tanta suerte! -respondió muy enojada-, es que no puedo creer, que Alexander dijera eso... Debió ser solo para calmarla.
-Te equivocas, lo dijo muy en serio... -expresó indiferente-, si Rosy se lo hubiera pedido, Alex habría asesinado a todos en este pueblo... Salvo por los que quiere, claro está.
-¡¿Tanto la ama?! -preguntó incrédula-, pero... ¿Ella que tiene de especial?
-Nada, lo único que la hace diferente de cualquiera, es que Rosy apoyó a Alex desde el día en que se conocieron -respondió llena de orgullo-, solo eso, ella jamás se avergonzó por estar a su lado y menos, se atrevió a negarlo... ¡Mejor lárgate, hazlo por dignidad!
Sentida por sus palabras se da la vuelta y se retira en silencio, aproximándose a donde la aguarda Rubén, apenas la ve pasar, comienza a seguirla de cerca, pero guardando un poco su distancia para darle algo de espacio; apenas alcanzan el límite con el bosque, Karla voltea hacia su amigo, dejándole ver el gran resentimiento plasmado en su rostro, sujetando su arma, se corta la palma izquierda, provocando que brote algo de sangre.
-La preferiste a ella, aun sabiendo que es una Yurei -dijo Karla, con voz monótona y una expresión sombría-, esta fue, la última oportunidad que te di... ¡Yo no quería matarte, pero tú me obligaste a hacerlo!
-Disfruta lo más que puedas, tu tiempo con esa fantasma... -añadió, sacudiendo con fuerza la katana para limpiar su sangre-, apenas asesine a esa infeliz de Roxán, tú vas a ser la próxima en morir, Rosario.
-Aunque la asesines, Alexander jamás será tuyo -susurró Rubén, viéndola alejarse en silencio por entre la vegetación-, debiste apoyarlo cuando te necesitó... Probablemente, las cosas habrían sido muy diferentes.
De vuelta en el lago, Alex abraza a su novia con mucho cariño, sin dejar de susurrarle cosas románticas al oído, sonrojada por sus palabras, lo toma del rostro y comienza a besarlo en los labios, mientras usa su fuego púrpura para sanar las heridas que le causó; pese a tener lágrimas en su ojo, Rosy siente una gran felicidad, pues los temores generados por todas las revelaciones de Nakahara, fueron disipados gracias a las bellas palabras de su novio.
-¡Oigan...! Ya déjense de arrumacos, los demás ya se fueron para la casa -expresó Sasha, a través del Holovisor de Alex-, me muero por probar el pastel de Andrea.
-¡Sasha! -replicaron Andrea y Rosy-, se suponía que era una sorpresa.
-Andrea... ¿Sigues aquí? -preguntó Sasha de forma burlona-, al menos, no le he revelado que se trata de un pastel de triple chocolate.
-¡¿Triple chocolate?! -preguntó Alex, muy emocionado-, es mi favorito.
-¡¡¡Natasha!!! -gritaron furiosas, Andrea y Rosy, mientras agarran el Holosmart de Alex para comenzar a sacudirlo entre las dos.
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El Réquiem de Alessa
General FictionAlexander D'veró, un chico de trece años de edad, tan ordinario como cualquiera de esa edad, salvo por el hecho, de haber sido responsable del accidente donde perdió la vida su hermana mayor cuando apenas eran unos niños; tras aquel acontecimiento...