§17§

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Marius

Es facil tener el control de las cosas, Mi madre me lo dijo desde pequeño, solo debes saber mover los hilos de las personas, tocar sus puntos débiles.

Giuliano fue de las primeras cosas sencillas a las cuales manipular,es un ser relativamente amable y muy abierto, lo tome de la manera más sencilla, su familia.

Me gusta tener el control de las cosas,pero siempre hubieron personas que nunca pude controlar.

Observé mi plato de comida y luego mire a mi hija, que parecía estar pegada más de lo normal al celular.

mi Hija es una de esas personas que no pude contolar, aunque a ella se lo acepto, pues pudo convivir con mi madre.

Alessa, mi única hija, siempre a sido un libro cerrado, muy pocas veces pude hacer que ella hiciera lo que yo quisiera, y aunque me molestaba al principio, lo entendía.

Ella es la viva imagen de mi madre Morgan,la única diferencia eran los ojos verdes, como los míos, como los de mi Padre, Lenin.

Lenin, era igual que mi Madre, por eso se casaron supongo, mi madre era más pasivo agresiva, mi padre,era de que si las cosas se le salían de su control, se volvía casi loco, lo mejor era no perturbar su paz.

Marco, el es otro que se sale de mi control, no solo por qué, por su condición, es más inteligente que cualquiera en este pueblo,si no que también, Giuliano es muy débil con respecto a sus hijos y mientras doy un paso adelante, Giuliano me hace dar 5 atrás.

-Papa, estás frunciendo el ceño -Alessa me despertó de mi ensoñación-estas pensando mucho, y fruncir el ceño te crea arrugas.

Alessa apenas había despegado la mirada del celular,pero por un momento y sin mover la cabeza alzó sus ojos y me observo, tenía esa expresión amable, pero con ese tinte de regaño que solía poner mi madre.

Yo dejé de fruncir el ceño y sonreí, volviendo a concentrarme en mi comida,pero entonces quise molestarla un poco.

-nunca estás tan pegada al teléfono, tienes novio?-ella se sonrojo, sus mejillas blancas tomaron un tono rojo, adorable.

-Y tu? Estás muy callado, sueles hablar con mamá mientras comen-ella me regreso la pelota y ahora fui yo el que desvío la mirada

-El trabajo está complicado, muchos niños se enferman últimamente-
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-escuche de mi amiga-dijo Persephone, sonriendo-que su esposo hizo una pequeña investigación, estamos en tiempo de lluvias, la plaga está alterada, dicen que es una antigua enfermedad llamada Dengue.

Yo asentí levemente.

-Alessa, ten cuidado, trata de ir tapada y ponerte protector-Ella asintió y volvió a su celular.

Ella terminó de comer y se levantó, tomando sus platos y llendo a la cocina, escuché como abría el grifo, lavando sus platos.

Después de terminar de comer, entre a mi oficina, era uno de los pocos lugares donde Alessa no podía entrar sin que yo estuviera.

Era justo, ya que desde que mi madre murió, solo ella podía entrar al sótano, donde anteriormente solo mi Madre podía entrar.

SinequeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora