Día 24: Bibloteca

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Casi se acaba el día para mí, pero no podía dejarlo pasar sin entregar el siguiente capítulo de esta historia. 

Reitero mi agradecimiento a los que la están siguiendo. 

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Continuaron con su plática por al menos una hora, ambos compartían cómo había sido su primer día de regreso a sus deberes escolares. Sasuke procuró no ahondar tanto en el alboroto que se había producido con Sakura a mitad del día, y si era sincero, también le importaba poco qué había sido de la pelirrosa.

- ¿Ya has cenado algo tú? – le preguntó el azabache al haber escuchado unos sonidos peculiares por el auricular.

- Un poco antes de que me pusieras a prueba con esta llamada... - se escuchó cómo pasaba algo – pero justo ahora como un tentempié.

Un gruñido por parte del azabache.

- Espera... - había iniciado la función de cámara en su teléfono – tienes que ver esta delicia.

El Uchiha sin problema alguno había aceptado el cambio de llamada a video. A los segundos, en la pantalla se mostraba a la joven en pijama, con el cabello suelto y sentada sobre su cama; algo se removió en el pecho del azabache.

- Son dulces tradicionales que me trajo una de mis amigas desde su tierra natal – la joven acercaba a la pantalla a los susodichos. – Están deliciosos – sonreía verdaderamente. - ¿Los conoces?

- Tienes azúcar en una mejilla – a ojos del azabache, ella lucía encantadora.

- ¡Oh! – se sacudió los residuos – Ya recordé que no te gustan las cosas dulces, lo siento.

- Los conozco.

- ¿En serio?

- También son los favoritos de mi madre – concluyó sin percatarse que había compartido un dato muy personal.

- Pues tu madre tiene excelente gusto – tomó uno más y lo llevó a su boca.

- Pff – el Uchiha fingió molestia – no podrás dormir por la cantidad de carbohidratos...

La pelirroja dejó la cajita que contenía el resto de los dulces sobre su mesita y se le quedó viendo indignada.

- ¿Qué tratas de insinuar? – lo miraba con el ceño fruncido.

- Que esta es la primer semana, deberías de descansar...

- Mira quién lo dice – le interrumpió la joven – el que se ve ojeroso eres tú.

Sasuke también había aceptado transmitir video desde su móvil; por lo que Karin también podía apreciar al azabache con el cabello alborotado y sobre su cama, ya listo para dormir.

Un gruñido se escuchó desde el lado del Uchiha.

- Por el aspecto que reflejas, creo que tu día fue mucho peor de lo que me platicaste – la Uzumaki hizo un breve pausa. – Creo que ya deberías dormir. Descansa, Sasuke.

- Igualmente – y antes de que pudiera agregar más, la pelirroja ya le había cortado la llamada. – Descansa, Karin – dijo a su cuarto vacío.


Las semanas siguientes pasaron sin mucho contratiempo; semanas que se convirtieron rápidamente en meses. Sasuke recibía cada mañana un mensaje de 'Buenos días' acompañado con una foto de la chica, eso provocaba que su humor mejorara considerablemente, aumentando su tolerancia para las tonterías de sus compañeros y en especial para aguantar las locuras e incoherencias de su amigo Naruto. En la hora de la comida, recibía un mensaje simple de la pelirroja, preguntando si ya había comido, deseando que su día estuviera lindo y prometiendo que le llamaría en la noche. Que por petición del azabache, había hecho un cambio en las cláusulas de su acuerdo, ahora éste se modificó para en lugar de un mensaje de buenas noches fuera una llamada, que en su mayoría se convertían en video, donde ambos compartían las cosas relevantes que habían ocurrido en su día.

Sasukarin Month 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora