Día 18 : Beso

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Anko corrió asustada hasta el cuarto de la pelirroja, entró sin tocar; la vio gritándole al teléfono y notando que de esos ojos escarlata se empezaba a formar una capa cristalina.

- ¿Karin, estás bien?, ¿qué está pasando? – al ver a su amiga en esas condiciones sintió su ansiedad.

- ¿Sasuke? – seguía gritándole al auricular ya con la línea muerta. Si antes había podido recomponerse, en esta ocasión no lo logró... sintió como le faltaba el aire, sus manos temblaban de manera incontrolable... ese ataque de pánico al fin la había devorado cual fuego al papel.

- Karin – la peliazul fue directo a abrazarla – por favor, tienes que respirar. Respira, ¡vamos! – la mayor le indicaba cómo hacerlo.

La pelirroja se reconfortó entre los brazos de su amiga y siguió sus instrucciones para conseguir regular su respiración, logró calmarse después de varios minutos.

Anko se atrevió a hablar una vez que dejó de sentir los temblores en el cuerpo de la joven.

- Voy a traerte un poco de agua, ¿si? – le decía con cariño la más grande.

- ¡No! – casi le gritó - ¡Quédate aquí conmigo, por favor! – no la había soltado aún.

- Está bien – seguía acunándola mientras acariciaba su cabeza. – Cuando te sientas lista, ¿quieres decirme qué fue lo que pasó?

La Uzumaki asintió, estaba haciendo su mayor esfuerzo para llamar a su lado más lógico y funcional, no se iba a permitir dejarse llevar por el pánico una vez más; la joven siguió respirando, su mente empezó a cavilar qué era lo que debía hacer si deseaba ayudar a Sasuke a pesar de que estuviera tantos kilómetros alejada de él.

- ¡Naruto! - sintió como una luz en su cabeza le indicó qué camino debía seguir. – ¡Tengo que comunicarme con mi primo!

Para la pelirroja fue eterno escuchar el sonido de entrada de la llamada, una... dos... tres... cuatro... cinco... seis... Por el auricular, al fin pudo escuchar cómo se conectaba.

- ¿Naruto? – por la joven estaban cruzando miles de ideas que sentía que se desbordarían sin sentido por su boca. Volvió a tomar aire para reorganizar lo que quería decirle, tenía que ser lo más concisa – Algo pasó con Sasuke... estaba hablando con él y de pronto escuché gritos... Por favor, ¿podrías ir a buscarlo para asegurarte de que está bien?

Hubo un silencio absoluto desde su contraparte.

- ¿Naruto? – estaba hablando con un hilito de voz. - ¿Sabes si Sasuke está bien?

La pelirroja pudo escuchar cómo el Uzumaki soltaba el aire que estaba contenido en su pecho desde el inicio de esa llamada.

- Primo, por favor, necesito que me digas algo... ¿sabes qué le pasó? – claro que ella conocía al rubio y sabía que éste le estaba ocultando algo.

- Karin – la voz sonaba ronca – creo que necesitas venir...

La pelirroja mordió su labio, con lo dicho por su primo ahora era un hecho que algo estaba terriblemente mal.

- Está bien – intentó que no le temblara la voz. – Cuando haya llegado te daré aviso – colgó.

No era necesario que la pelirroja le diera alguna explicación, Anko había escuchado todo, por lo que se adelantó en silencio a tomar una pequeña maleta de mano y a meter en ella las cosas esenciales de su amiga.

- Vamos, te llevaré al aeropuerto – la mayor le anunció una vez que terminó el pequeño equipaje.

Todo fue en piloto automático para la Uzumaki, lo que logró registrar fue a la Mitarashi dándole un fuerte abrazo y asegurándole que todo saldría bien en la puerta de abordaje (supuso que su amiga fue la que se encargó de comprar el boleto y registrarla en el vuelo); otro de ellos fue ver a su primo esperándola y tomando su maleta (no recordaba en qué momento le mandó el mensaje donde le indicaba que había llegado, se cuestionó incluso si había sido ella la que se lo envió); posteriormente, a ellos sentados en el carro del joven, sin dirigirse una palabra, era como si estuvieran sus cuerpos presentes pero sus almas se hubieran fugado, ambos se veían cansados y desgastados por la falta de sueño; la pelirroja ni siquiera se atrevió a preguntarle el destino al que se dirigían. Finalmente, como si de un parpadeo se tratara, se vio entrando al amplio y clarísimo lugar.

Sasukarin Month 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora