Sasukarin Month 2024

Día 17 : Cita doble

Ya concluyendo la tercer semana de este divertido mes, les traigo este fic que corresponde con el día 17, que espero sea de su agrado. 

Mil gracias por todo el apoyo. 

Saludos.

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Estaba parada frente al espejo del tocador de ese elegante restaurante, mientras miraba su reflejo se repetía mentalmente: 'Puedes hacerlo, puedes hacerlo'. Respiró hondo, debía mostrar una enorme sonrisa y ser lo más agradable posible, ya que a esa cita doble los acompañaban una de la más importantes y venerable parejas del mundo empresarial, aquellos viejecitos que rondaban los setenta años eran los mayores inversionistas de su nuevo proyecto.

Pero empecemos por el principio y cómo había terminado en esta lamentable situación...

La empresa para la que trabajaba Karin Uzumaki era de alto nivel, siendo ella la cabecilla del equipo A de proyectos, y por supuesto que se merecía cabalmente ese puesto, pues con cada entrada de trabajo y trato cerrado, ella demostraba todo su conocimiento y perspicacia, sacando a flote y manteniendo a su grupo como uno de los mejores. Pero también era importante decir que un asiduo rival en su misma área existía... una competencia difícil que durante todos los años que llevaba laborando le había causado dolores de cabeza. El equipo B y su odioso líder... Sasuke Uchiha.

Para desgracia de los dos, entraron a la par a la organización; el CEO decidió contratarlos a ambos, pues uno venía con magníficas recomendaciones de su poderosa familia y la otra con poderosas recomendaciones del mismísimo rector de la facultad y su mejor amigo. Así que para no desperdiciar tan fabulosos talentos, se les concedió el mismo empleo.

Está por demás decir que los chicos eran la clara referencia de la antítesis del otro, siendo mutuo lo que más les desagradaba en la vida. Para la pelirroja, el hecho de que el señor Uchiha fuera 'un recomendado de papi' le hacía hervir la sangre, pues odiaba que el mundo se moviera con favores y que con cero esfuerzo se le diera mérito a algo no propio. Para el azabache, la señorita Uzumaki era la clara referencia de que una mujer podría poner 'ojos bonitos' y salirse con la suya en el momento que quisiera, además, él creía fervientemente que el abolengo era importante, más cuando se trabajaba en una poderosa compañía.

Cada que les era posible se regodeaban de los logros de su equipo, haciendo que el contrario pusiera cara de pocos amigos y fingiera indiferencia; aunque para ser justos, iban en un honroso empate... pero el CEO era un hombre que le gustaba divertirse, más con ese singular par, por lo que ante los resultados prácticamente idénticos de ambos, les llamó a su oficina para proponerles un interesante trato.

El hombre deseaba fusionar el equipo A y B en uno solo, por lo que para decidir quién sería el líder, Sasuke y Karin tendrían una última oportunidad para demostrar cuál de los dos era el merecedor de ese puesto. Para ello, ambos equipos competirían por el mismo proyecto, el que primero lograra que la pareja Tesku invirtiera en él, sería el ganador.

El único inconveniente es que no cualquier persona podía acceder a una cita con el matrimonio, por lo que ambos jóvenes pusieron todo su empeño en encontrarse casualmente con los señores; pero cada intento era infructífero, principalmente porque el azabache ponía obstáculos cuando la Uzumaki estaba a punto de entablar conversación con los inversionistas y, de la misma manera, la pelirroja interrumpía para que el Uchiha perdiera su oportunidad.

Por su parte, los Tesku no eran tontos, no, ellos tenían buen ojo para los negocios, por algo eran los mayores inversionistas de la zona; era obvio para la vieja pareja las múltiples interacciones de ambos jóvenes y la persistencia que ponían para acercárseles. La primera en percatarse del peculiar par fue la señora Tesku, sabía que los había visto en más de una ocasión procurando los lugares que su marido y ella frecuentaban, siendo su pensamiento predominante que esos jovencitos hacían una hermosa pareja. El señor Tesku se hacía apuestas mentales y con su esposa de cuándo encontrarían a ese par por fin besándose.