Sasukarin Month 2024

Día 7 : Verdades

'Bien. Hablamos en la noche', escribió el azabache.

Y, en efecto, fue el Uchiha el que tomó la iniciativa y le envió un mensaje a la pelirroja.

'Avísame cuando ya estés en tu departamento', le indicó a la hora habitual en que ella le llamaba.

'Sigo en la biblioteca... no sé a qué hora llegue', puntualizó la pelirroja.

'No importa, esperaré. No olvides cenar', le recordó.

Los días previos al examen de la joven, los papeles se habían invertido. Ahora era Sasuke el que le enviaba mensajes en las mañana; y por petición de la Uzumaki, aunque más bien como un juego, le pedía la respectiva fotografía. Y por las noches, era él quien le pedía comunicarle que ella ya estaba a salvo en su departamento, sólo así el hombre podía dormir tranquilo.

El cambio de dinámica le pareció entretenido a la pelirroja, incluso ya había pensado en decirle al Uchiha, más como una broma, que deberían de quedarse así...

Un día antes del examen, el azabache aguardaba por señales de la joven, cuando entró una videollamada que no esperaba.

- ¿Sasuke? – iniciaba la conversación la joven con cara de angustia; cosa que puso en alerta al azabache.

- ¿Te pasó algo?

La pelirroja negó con la cabeza.

- Solo que siento que no he hablado contigo en mucho tiempo – sentenció la Uzumaki.

- Has estado ocupada preparándote para algo importante.

- No sé si ha sido suficiente... - sus ojos carmesí reflejaban ansiedad.

- ¿De qué hablas? – la miraba confundido.

- Este examen es el que prácticamente lo decide todo... - agachó la cabeza – y si mañana descubro que todo ha sido en vano... – susurraba. Solo con él tenía la confianza suficiente para mostrar sus miedos escolares.

- ¡Karin! – la voz firme de su interlocutor la hizo dar un saltito - ¡mírame! – le ordenó.

La pelirroja tenía ganas de llorar, estaba tan presionada que un ataque de pánico amenazaba con exteriorizarse.

- Karin – siguió el azabache, extrañamente su tono sonaba dulce – lo harás bien, aprobarás éste y todos los otros exámenes. Eres una mujer muy capaz e inteligente – la miraba directamente a los ojos.

- ¿En serio lo crees?

- Estoy seguro de ello. Ahora, debes descansar.

- Gracias, Sasuke – las palabras del Uchiha lograban reconfortarla como nadie más – Hasta mañana.

Antes de entrar a la prueba, la pelirroja sintió que algo vibró en su bolsa. Era una fotografía del azabache con esa mueca torcida que llamaba sonrisa.

'Éxito. Confía en ti. Lo lograrás'.

Karin sintió como su pecho se llenaba de calidez, ahora se sentía segura; entró decidida al salón.

No fue sencillo, fue un examen de ocho horas seguidas, donde la joven aprovechó cada minuto. Salió agotada, pero tranquila. Se dirigió directo a su departamento, quería dormir y reponer todas las horas de sueño que había perdido por estar estudiando arduamente.

Pero apenas traspasó la puerta de su hogar, vio algo que la dejó sorprendida.

- Vaya que tienes suerte, Uzumaki. No sabes cómo te envidio, además de guapo es detallista – decía Anko sentada en un sillón – Se ve que te cuida bien – rio al ver que su amiga se ponía tan roja como un tomate.