● Kim SeokJin.
—¿Estás bien? —Preguntó YeonJi, sentándose en una de las sillas de una mesa en el restaurante.
Pero no era cualquier mesa, era la mejor de las mesas, aquella que tenía su propia vista a los grandes jardines que rodeaban el establecimiento y que permitía un poco de más privacidad entre los comensales que la ocupaban.
—Si, ¿Por qué la pregunta? —Balbuceo SeokJin siguiendo con su trabajo de limpiar a la perfección aquella mesa.
SeokJin había regresado de sus grabaciones el mismo día que YeonJi abandono Seúl para ir a Daegu junto a YoonGi, por lo cual no tuvieron tiempo de ponerse al corriente de los sucedidos entre el casi mes que el mayor estuvo ausente.
—Ya has limpiado esta mesa más de diez veces.—Recalcó YeonJi pasando su dedo por la reluciente mesa, quien ya hasta parecía un espejo de lo brillante y limpia que estaba. —El restaurante abre en menos de diez minutos, todo está extremadamente limpio.
—En algo tienes razón. — SeokJin detuvo su limpieza por un momento, sus manos fueron a su cadera y observó a una confundida YeonJi.—Faltan exactamente siete minutos para abrir. Tú deberías estar en la cocina.
—Por si no lo olvidas, hay más personal en la cocina.—Dijo Yeon soltando un suspiro mientras su mirada se perdía en las deslumbrantes flores del jardín.—Ya dime que te traes entre manos.
—Nada. ¡Anda ya vete a cocinar! —Ordenó el mayor con voz fastidiada. YeonJi, a regañadientes obedeció, poniéndose a trabajar.
La mañana para el Dull Knives fue bastante agitada, pues con el tiempo se había hecho de una gran fama en todo Seúl, por lo cual cada día llegaban más clientes. Los pechos de los tres amigos y socios se inflaba en orgullo al ver el éxito de su negocio, sentía sus corazones plenos y felices al ver a cada comensal disfrutar de sus platillos.
Era un sin fin de emociones para los tres ver su sueño realizado y saber que era un completo éxito.
En medio de la jornada laboral del medio día, HoSeok entró a la cocina con gran apuro y una gran sonrisa en sus labios. Con la mirada buscó a la mujer de piel pálida entre el demás personal en la cocina, hasta que la encontró en una de las parrillas, demasiado concentrada en su labor.
—¡Kim!, tienes que ver esto.— Sin permitir dar una respuesta a la castaña, Seok la sacó casi a rastras de la cocina, apenas y Yeon pudo dar unas indicaciones para que alguien se hiciera cargo de su platillo en proceso.
YeonJi soltaba alguna que otra maldición para Jung mientras lo seguía, bueno trataba de seguir pues los pasos del mayor eran tan rápidos para ella.
Al llegar al pasillo que daba directo contra el gran salón donde se repartían las mesas, HoSeok, con una gran sonrisa apuntó a la mesa especial.
YeonJi abrió la boca sorprendía por lo que sus ojos acababan de ver. Una sonrisa igual a la de Seok se instaló en sus labios mientras limpiaba sus manos en el mandil con delicadeza.
¿Acaso era Kim SeokJin en medio de una cita?
Tal parecía que si, ambos comían tranquilamente mientras compartía una conversación animada, donde los dos reían. SeokJin sonreía más de lo que jamás habían visto, se tocaba el cabello con vanidad y a la vez siendo coqueto.
En ese momento, era un completo galán en medio de una conquista.
Sus gruesos y rosados labios chocaban contra la copa de vino de forma coqueta, para después pasar su lengua por ellos y darlos a desear.
Eran técnicas que en la vida se pensaría que utilizará Kim SeokJin para ligar. Si en definitiva el hombre mayor ya era guapo sin tener que requerir a esos métodos de conquista, ahora se veía inalcanzable.
Como un dios en el mundo terrenal.
Eso era lo que pensaban Kim y Jung, que sin estar enfrente del apuesto Kim SeokJin, ya habían caído en el encanto del mayor.
Yeon y Seok compartieron una mirada sorprendida y a la vez emocionada por ver a su amigo en una situación tan inusual. Se acercaron sigilosamente a la mesa, sin querer interrumpir la dinámica de la cita, pero con la curiosidad de saber quien era la afortunada acompañante de Kim SeokJin.
Finalmente, la mujer volteó en dirección a la pareja de amigos, para nada discretos.
—¿Quién es? —Susurró HoSeok, sonriendo con nerviosismo al ser descubiertos.
—No tengo ni idea.—Contestó con una risita YeonJi.—Pero es muy bonita.
YeonJi decía la verdad. La mujer que disfrutaba de la compañía del guapo SeokJin, era de conflexion delgada, labios gruesos y ojos pequeños, pero deslumbrantes, además que cuando sonreía se le marcaban unos perfectos hoyuelos en ambas mejillas haciendo que se viera encantadora, una melena de color negro con ondas naturales caía por su cadera, tan maravillosa que casi brillaba con los rayos del sol.
La mujer sonrió con encanto en dirección a los amigos, lo que provocó que Jin moviera la cabeza y se encontrará con sus dos socios, que están de chismosos. La sonrisa se fue del apuesto rostro del mayor.
La pelinegra le comentó algo al mayor para después pedirle a Kim y Jung que se acercaran a la mesa, rápidamente estos obedecieron.
—Ellos son mis socios, y más que eso, mi familia.—Dijo Jin tomando del brazo a cada uno, corrección, pellizcando los brazos de los menores con fuerza, pero al mismo tiempo sosteniendo su perfecta sonrisa.
Los menores realizaron una reverencia y se presentaron, mientras acariciaban sus brazos adoloridos.
—Un gusto conocerlos, Jinnie-ha me ha hablado de ustedes.—Comento la pelinegra con una sonrisa que hacía desaparecer los pequeños ojos de la mayor.
—Ella es Lee MiYoung, hija del Chef Lee.—Aun que los jóvenes conocían a la perfección al Chef, desconocían por completo que tenía una hija.
—Es un placer.— Al decirlo al unísono, de nuevo volvieron a realizar una inclinación por educación.
—Me imagino que tu también seguiste los pasos de tu padre, ¿También eres Chef? —Preguntó la mujer de piel pálida con una sonrisa.
Yeon y Seok se tomaron la libertad de tomar asiento junto a la pareja, recibiendo una mirada fastidiada del mayor.
MiYoung soltó una pequeña risita.—No, lamentablemente no. Heredé muchas cosas de mi padre, pero su talento fue algo que creo llevar en la sangre solo falta que circule. ---Tras decirlo, soltó una pequeña risa, un tanto graciosa. —Soy abogada y llevó el negocio de mi padre en todo lo legal.
Las miradas de ambos menores mostraron un poco de sorpresa.
Después de unos minutos, los cuatro comenzaron a charlar de temas aleatorios y a veces de lo bonito y cómodo que era el restaurante, por lo cual los tres socios inflaba el pecho en orgullo. Los cuatro la estaban pasando un buen momento. Lee demostró ser divertida y carismática, su único defecto: contaba chistes igual de malos que los de SeokJin.
—¿Quién es el papá del príncipe azul? El Blu-ray ¡Ja! ¡Ja! — Los dos mayores soltaron una sonora carcajada al unísono, mientras que los dos menores compartieron una mirada divertida.
No sabían qué hacer, de pronto la escena se volvió tierna para los dos menores, tanto que poco a poco se fueron integrando a las carcajadas que la pareja compartían, y en cierto modo ponía atención a los malos chistes relatados por MiYoung y SeokJin.
Yo amo tanto a SeokJin 💕 🐹
ESTÁS LEYENDO
Holly || MYG
FanfictionMin YoonGi, un vecino gruñón y obstinado que ama a su perro. 🐶🧁 ● Terminada. ●18 / 01 / 24 - 17 / 08 / 24 ● Todo es ficción. ● Si te gusta, por favor vota y comenta.