Holly XV

91 8 0
                                    

● Tengamos una cita.

El día era reluciente, las flores alrededor del gran restaurante danzaban al ritmo del viento, con el canto de las aves como melodía. El sol brillaba en su punto, ni tan intenso, ni tan opaco. Era un día verdaderamente movido para los empleados del "Dull Knives".

En la cocina se podía escuchar los sonidos chisporroteantes de los sartenes al guisar, de las cucharas al ser estampadas contra el metal de las ollas, las órdenes del Chef al demás personal. Los olores salientes de la cocina se mezclaban con el aire fresco, otorgando grandes degustaciones para el sentido olfatorio de los comensales, lo que los hacía desear con fuerza la comida que esperaban.

Todo estaba en movimiento apresurado al ser las tres de la tarde, horario en el que los comensales se reunían en el magnífico restaurante para degustar de los mejores platillos que sus papilas gustativas podían encontrar. Cada empleado se encontraba apresurado en cumplir con las órdenes de los clientes, la cocina cumplía con los pedidos y los meseros entregaban las órdenes, todo en perfecta armonía.

Pero en las oficinas de administración del restaurante, en el tercer piso, una joven se encontraba rezongando de aburrimiento, con la mirada en la computadora mientras jugaba una partida de solitario. No había mucho que hacer, los pedidos de mercancía ya estaban hechos, los balances del mes también. Lo único que quedaba por hacer era esperar que algo interesante llegará a su oficina.

Mitras daba clic a las cartas para poder conseguir su juego, su lengua se mantenía apresada entre sus labios en señal de verdadera concentración. En medio del juego, la puerta de su oficina se abrió con rapidez, proporcionándole un pequeño vuelco al corazón por la sorpresa, con rapidez cerró la ventanilla del juego y abrió otra en una hoja de Excel, donde se podía observar el conteo de nómina de los empleados.

YeonJi, al elevar su vista, se encontró con su mejor amigo, quién vestía su elegante uniforme negro y un mandil atado a su cintura con manchas de todos los colores.

—¿Ya realizaste los pedidos? —Preguntó el joven de sonrisa luminosa, mientras limpiaba sus manos en el mandil para retirarlo de su cintura.

La castaña asintió en silencio, estirando su cuerpo sobre la silla y retirando las gafas de su rostro con lentitud.

—Lo hice ayer en la mañana, ¿Por qué?

—¿Qué pediste con exactitud? —HoSeok tomó asiento el frente de la joven, su sonrisa era reemplazada por una mueca preocupada.

—Lo que estaba en tu lista, nada más, nada menos.-Aclaró la joven, recargándose de nuevo en la silla y colocando sus lentes sobre el puente de la nariz.

—Creo que se me olvido anotar algunos licores, necesito más vino para las recetas de este mes. —Dijo, sobando un poco sus sienes, su cabeza dolía horrores, era demasiada carga para ambos después de que SeokJin los dejara a cargo del los restaurantes.

—Te pregunté más de tres veces si era lo que necesitabas.—Reclamó YeonJi con evidente molestia.

—No es mi culpa. SeokJin comprueba semana tras semana si es lo que en verdad se necesita. —Dijo el castaño, con su voz un poco más gruesa por la frustración del trabajo.

Definitivamente encargarse de los restaurantes no era tarea fácil, no sin Kim SeokJin.

YeonJi respiró profundamente para que el mal humor se fuera de su sistema nervioso, lo menos que necesitaba era enojarse con su mejor amigo en situaciones complejas, donde se necesitaba la cooperación de ambos.

SeokJin había salido de la ciudad, pues habían comenzado ya las grabaciones de la nueva temporada del programa de cocina del Chef Lee, donde el apuesto Kim SeokJin sería partícipe de algunos capítulos. Dejando en el camino, a Jung y Kim encargados de los restaurantes, ambos se turnaban cada semana los puestos en administración y cocina. Lo que antes solo hacia Jin, ahora entre los dos lo tenían que realizar, siendo este el trabajo más complejo de todos. Estar a cargo de todos los pendientes en el establecimiento no era fácil, no cuando se tiene poca experiencia.

Holly || MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora