Holly XXII

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● Los hermanos Kim.

°Kim YeonJi

—¡Mariposita, que está en la cocina, haciendo chocolate para la madrina!—Escuche cantar a la dulce niña mientras jugaba con sus dedos y meneaba la cabeza al ritmo de la canción en los asientos traseros del auto. —Potí, potí, pata de palo. Ojo de vidrio y nariz de Guacamayo-yo.—Finalizó, pero de inmediato comenzó a cantar una canción más. 

Después de la reunión tranquila y llena de un ambiente familiar, la familia Kim decidió acompañarme de regreso a Seúl, aprovechando el fin de semana. La pequeña Hae cantaba alegre sobre el viaje, y yo de vez en cuando hacía segunda voz para evitar dormirme. En algunos casos la pequeña me contaba lo emocionada que estaba por conocer la capital del país, por lo que yo le decía que en cuanto llegáramos le enseñaría algunos lugares, al verla tan emocionada después de escuchar mis palabras, sonreí ante su entusiasmo.

Después de unas horas de viaje por carretera, la niña cayó dormida abrazando un pequeño oso de peluche, que ella llamaba su mejor amigo. 

—¿Y como fue lo de tu esposa? —Pregunte al asegurarme de que HaeWon estuviera completamente dormida. 

NamJoon, con la mirada al frente, soltó un pequeño suspiro y apretó el volante entre sus manos.

—Exesposa.—Corrigió, empujando el interior de su mejilla con su lengua.—Me divorcié hace algunos meses. ¿No te llegó el mensaje?

《Oh, vaya que sí.》-Pensé abultando mis mejillas. 

Aun recuerdo él incomodó momento que pase junto a YoonGi cuando el mensaje de voz se hizo escuchar en todo mi apartamento, su cara y mi reacción. Que ahora que lo pienso, ¿YoonGi habrá pensado que yo era casada? 

—Lo recibí, solo que... —Frene mis palabras antes de que algo inapropiado saliera de mis labios. Me quedé en silencio un rato, hasta escuchar un suspiro por parte del conductor. 

—Lo sé, no querías saber nada de mí.—Asentí desviando la mirada a la ventana. —En el cumpleaños número dos de Hae la lleve a dar un paseo, —Comenzó NamJoon.— ella no quiso acompañarnos así que mi intención era tardar, pero olvide mi billetera al estar ya en la plaza. Regresamos a casa, solo para ver como se acostaba con otro hombre en nuestra cama. Trate de no hacer un escándalo por el bien de mi hija, me fui y por la noche hable con ella, me grito que no me amaba y que no se arrepentía de nada. Una semana después nos abandonó. 

Me quedé en silencio, no sabía que decir ante lo que mi hermano platicaba.

Suspiré viendo el dolor en los ojos de mi hermano, sabía que él la amaba, porque por ella hizo muchas cosas de las cuales, tal vez hoy se arrepienta. 

—Con el tiempo me enteré de que aquel hombre no era el único con el cual me engaña, había más. —Su tono era calmado, pero podía ver la decepción y dolor, en su mirada oscura.— La venda se cayó de mis ojos, y supe que no era la mujer que por años mantuve en un pedestal. La mujer que yo amaba. —Hizo una pausa y sonrió con ironía.— La busqué por años, hasta que di con ella en un bar en Japón, lo único que hice fue pedir el divorcio y la custodia completa de mi hija. Ella lo aceptó sin más.

Seguí en silencio, procesando la historia que acababa de escuchar. Nunca me imagine que NamJoon hubiera pasado por algo así. Me sentí mal por él y por HaeWon, pero a la vez me sentía orgullosa de él, por haber tomado la decisión de cuidar a su hija de aquella situación tan tóxica. 

—Lo lamento mucho, Nam —Hable con voz ronca.—Si lo hubiera sabido, yo...

—No te preocupes, Yeonnie, —Cortó mi habla con calma y una sonrisa.— entiendo perfectamente en qué posición estabas sobre mí, nada es tu culpa, recuérdalo.

Holly || MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora