capitulo veinticuatro.

327 83 8
                                    

Hoseok

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoseok.

Mis clases habían terminado ya que el día de hoy no me tocó compartir aula con la chica que amo por lo que sentí que el transcurso del día pasó muy lento.

Ahora finalmente me encontraba con ella en la cafetería y también junto a mi mejor amigo el cual le había contado todo lo que había sucedido el día de ayer e inclusive el golpe que me ha dado mi futuro suegro. El día de hoy tenía pensado invitar a ___ comer algo rico en la noche, pero también aquella invitación era para pedirle que fuese mi novia ya que quería hacer las cosas de manera correcta por primera vez y quería que allá fuera la primera y última mujer de mi vida.

Al principio no sabía cómo hacerlo ya que era la primera vez que yo invitaba a una chica a un lugar y tenía miedo de que me rechazara la salida.

— ¿Pasa algo?— me preguntó ella mientras bebía un poco de su café.

Jungkook estaba viéndome fijamente y me sonreía en modo de darme apoyo.

— Saben, tengo que irme ya que tengo cosas que hacer así que nos vemos mañana y cuídense, adiós ___

Mi mejor amigo me había dejado solo con la mujer que amo y ahora venía la parte en la cual hacía mis mayor esfuerzo para olvidar mis nerviosismo.

— Nunca he hecho esto y probablemente te rías si digo algo mal pero estoy haciendo mi mejor esfuerzo — sonreí— ¿Quieres tener una cita conmigo hoy en la noche? Entiendo si no quieres y sientes que te estoy presionando.

— Si quiero Hoseok — habló tan rápido que podía notar la emoción en su voz— sabes perfectamente que a ti nunca podría decirte que no, aparte sería nuestra primera salida.

Podía ver la emoción que tenía su rostro y también ver como esos hermosos ojos brillaban de una manera totalmente deslumbrante.

Los dos estuvimos bebiendo un poco de café y también conversando, pero luego de algunos minutos decidimos que ya era hora de irnos y yo la iría a dejar hasta la puerta de su hogar. Porque a partir de ahora es eso lo que haría hasta el último día de nuestras vidas.

— ¿Entonces ahora me vendrás a dejar todos los días?— preguntó ella dulcemente.

— También te vendré a buscar ya que no puedes irte sola a clases y como mi hermano a veces suele faltar o pasa a buscar a su novia yo no puedo dejarte ir sola hasta la universidad.

— De igual manera no es tan necesario ya que puedo irme en un bus para que así no se te haga complicado.

— Eso jamás ___ prácticamente a partir de ahora eres mi prioridad y por ende ya he dicho.

Minutos después finalmente habíamos llegado a su casa, ella me había dicho si quería ingresar un rato porque sus padres no se encontraban en la casa por motivos de trabajo, pero definitivamente preferí no hacerlo. Ya que sabía perfectamente que al estar solo con ella no podría controlarme y terminaría haciéndola mía.

nuestro secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora