capitulo cuatro

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Cuándo ví a hoseok en el baño de mujeres sentí vergüenza, pero también tristeza por haber escuchado lo que le dijo a aquella chica

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Cuándo ví a hoseok en el baño de mujeres sentí vergüenza, pero también tristeza por haber escuchado lo que le dijo a aquella chica. Ahora creó que puedo entender que nunca llenaré sus expectativas, más bien nunca podré entregarle lo que más quería.

No sé ni cómo llegué hasta aquí ya que al salir del baño mis pies caminaron y caminaron sin darse cuenta a dónde se dirigían y ahora que finalmente me he detenido me doy cuenta que llegué a la parte de atrás de la universidad, la cual siempre suele estar totalmente vacía. Ya que ninguno de los estudiantes viene a este lugar porque está prohibido o eso es lo que tengo entendido.

Es triste escuchar a la persona de la cuál estás enamorada que él no se mete con niñitas inexpertas, pero lo que más duele es ver a esa persona prácticamente teniendo relaciones frente a ti, porque eso fue lo que mis ojos vieron en aquel momento ya que yo había llegado minutos antes, pero no se habían dado cuenta de mi presencia ninguno de los dos y verlo en vivo es muy diferente a tener que escucharlo detrás de una puerta.

Suspiré pesadamente ya que sentía que mi corazón dolía.

Supongo qué la profesora me bajará puntos en mi trabajo ya que simplemente pedí permiso para dirigirme al baño, pero en estos momentos estoy totalmente lejos de mi aula de clases.

Me di cuenta que en la parte en donde me encontraba había un pequeño árbol y decidí recostarme en ese lugar y así mirar el cielo. Afortunadamente el día jugaba mi favor ya que se podía ver el cielo totalmente despejado haciéndolo ver hermoso.

— Soy una idiota ¿Quien se podría fijar en mi?— eso me lo dije a mí misma mientras miraba hacia la nada.

— Yo lo haría — lo dijo alguien que también estaba llegando a este lugar.

En ese momento sentí como todo mi cuerpo comenzaba a temblar de los puros nervios.

— ¿Qué haces aquí? Este lugar está prohibido.

Él sonrío.

— Si ese fuera el caso tú tampoco estarías aquí o me equivoco?.

— Tú ganas— fue lo único que pude decir en el momento.

— ¿Sabes algo? — habló el sin dejar de mirarme.

— ¿Dime?

— Me gustaría salir contigo.

— Jimin no creó que sea adecuado salir.

— Se que piensas que probablemente tenga otras intenciones contigo, pero no es así ya que realmente me gustas.

No sabía si aceptar o no ya que por mi mente seguia dando vuelta lo que antes había dicho.

Finalmente le daría una oportunidad.

Está bien Jimin salgamos.

Pude ver como el solo sonreía y podría decir que era como ver a un pequeño niño en el.

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