capítulo ocho

564 136 26
                                    

Cuando vi a ____ en la cocina rápidamente me levanté para ir tras de ella y al ver que estaba prácticamente colgada en el lavaplatos tomando agua se me hizo casi imposible no poder acercarme a ella, pero sobre todo por el simple hecho de que solam...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cuando vi a ____ en la cocina rápidamente me levanté para ir tras de ella y al ver que estaba prácticamente colgada en el lavaplatos tomando agua se me hizo casi imposible no poder acercarme a ella, pero sobre todo por el simple hecho de que solamente anda usando un vestido el cual le quedaba un poco más abajo de los muslos. Cuando sentimos ese ruido y ella se tiró a mí en ese momento sentí una electricidad recorrer mi cuerpo.

Sabía perfectamente que a ella le daba miedo todo lo que tenga que ver con lluvia, tormentas eléctricas truenos y relámpagos y por esa misma razón quise ir a la habitación para hacerle compañía, pero por primera vez en la vida sentí miedo, miedo de caer ante ella.

Lo pensé por varios segundos y finalmente terminé accediendo para dirigirme a su habitación, cuando lo hice me acerqué lentamente y me recosté a su lado. Sabía perfectamente que ella comenzaría a temblar por aquella cercanía, pero no me importó ya que en cuestión de segundos dejando atrás todo mal pensamiento y palabras junte nuestros labios y comenzamos a besarnos, pero no solo eso ya que en menos de lo que pensé ambos estábamos totalmente desnudos a punto de cometer una locura. Locura por la cual estaría dispuesto a cometer todas las veces que fuesen necesario, solamente si se tratara de ella.

— Quiero que tú primer orgasmo sea conmigo.

Continúe moviendo mi lengua lo más rápido posible mientras que mi dedo se hacía paso en su vagina totalmente apretada, pero a la vez lubricada. Su sabor era realmente delicioso, probablemente me haga adicto de el.

Sabía perfectamente que ella ya estaba completamente lista y dispuesta para que yo la hiciera mía, para qué la marcara como mi mujer ya que el hecho de quitarle la virginidad le hace ser mía, solo mía a partir de ahora.

— Siento que algo va a salir de mí— puedo escuchar cómo es solo decía entre pequeños jadeos.

— Vamos córrete, hazlo libera tu orgasmo en mi boca. Lléname de tus fluidos como tanto quieres.

Vi como su rostro se había torneado de color rojo y como sus pequeñas manos se habían aferrado a las pequeñas tapas que habían a su lado, luego de eso en un movimiento más rápido de mis dedos finalmente logré sentir como su orgasmo había sido liberado. Su entrada estaba totalmente empapada, sus fluidos se esparcían hasta sus muslos cosa que me pareció muy excitante.

Ella se veía tan indefensa y a la vez tan caliente tendida en esa cama en la cual estaba completamente desnuda ante mí.

— ¿Dime te ha gustado?

— S-si me ha gustado— la escuché decir en una voz totalmente baja.

— Ese será uno de los tantos gemidos que vas a tener conmigo, pero ahora necesito saber si realmente estás segura de que quieras continuar ¿Realmente quieres entregarme tu virginidad? Sabes que puedes retractarte y esto que acaba de pasar podemos hacer que no ha pasado.

nuestro secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora