capitulo veintiuno.

488 107 12
                                    

Hoseok me había besado y puedo decir que por más que traté de zafarme de aquel beso cosa que se me hizo demasiado imposible por lo que sin darme cuenta mis brazos rodearon su cuello para atraerlo más hacia mí y él pareció sonreír de la manera más ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoseok me había besado y puedo decir que por más que traté de zafarme de aquel beso cosa que se me hizo demasiado imposible por lo que sin darme cuenta mis brazos rodearon su cuello para atraerlo más hacia mí y él pareció sonreír de la manera más dulce que pudiera haber visto antes.

Un segundo, solo un segundo bastó para que él y yo termináramos enredándonos en aquella cama que estaba junto a nosotros. Nuestras respiraciones eran totalmente agitadas, pero se podría decir que en ese momento el tema de nuestra respiraciones era lo de menos. Ya que siendo sincera a pesar de todo y de mi comportamiento no ha habido minuto ni segundo alguno en el que no muera por su tacto y sobre todo por volver a sentirlo dentro de mí.

— Te quiero ____ por favor perdóname por haberte lastimado cómo lo hice....— susurró débilmente.

— No sé si puedo perdonarte, pero por ahora lo único que puedo decir es que por favor sigas besándome.

Y como arte de magia nuestros labios volvieron a unirse, pero esta vez la única diferencia era que mientras nuestros labios estaban totalmente pegados nuestras manos iban despojándonos de lo poco y nada de ropa que llevábamos.

— Quiero volver a marcar tu cuerpo como mío porque eso es lo que es— habló entre leves sonrisas — tanto tú como tu cuerpo ambos son totalmente míos y así va a ser hasta el momento en el que me dejes amar.

— ¿Quien dijo que sigo amando?— pregunté.

Él solo sonreía mientras que yo sentía mi corazón latír a mil.

— ¿Si ya no me amas, porque has dejado que tanto tú como yo terminémos desnudos?

Solamente podía ver aquel brillo que tenían sus hermosos ojos.

Tenía miedo y siempre la voy a tener por la simple razón de que él nunca me dijo que me quería para algo serio, más bien yo simplemente acepté ser con la que sacaba sus ganas y nada más mientras que mi corazón moría de amor por él.

Tenía muchas ganas de decirle que a pesar de todo, de que a pesar de lo mucho que he cambiado mi corazón lo ama cada vez más pero no quería ya que mi miedo a que finalmente terminé usandome sigue aquí.

— Hablaré con mi padre...— le escuché decir mientras mi mente veía un punto fijo— le diré que no puedo continuar con Julia, pero también le diré que estoy enamorado de otra mujer.

Eso me hizo salir del trance en el que estaba y así posar mi mirada en él.

— Sabía....— mis palabras no alcanzaron a salir ya que él me interrumpió.

— Le diré a mi padre y a mi madre que te amo y que no puedo estar con otra mujer que no seas tú— pude ver sinceridad en sus palabras, pero no podía confiar del todo ya que anteriormente él en ningún momento había hablado de tal manera.

— No es necesario que lo hagas — le hablé tranquilamente mientras que por dentro solo quería tirarme encima de él y decirle que lo amaba, que lo quería y sobre todo que es el amor de mi vida.

nuestro secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora