Ava y Theo no tienen nada en común.
Son dos páginas con historias diferentes, dos notas totalmente opuestas y dos estrellas alejadas la una de la otra.
Pero se encontraron el uno al otro y se convirtieron en dos páginas de un mismo libro, en dos no...
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Durante sus dos primeros años en Hogwarts, Avalyn se esforzó en dedicarse solo en sus estudios. Era una de las mejores estudiantes de su generación, dedicaba gran parte de su tiempo a estudiar y parecía tener un talento natural para la magia. Aun así, no participaba mucho en clases porque no le gustaba destacar demasiado.
Esperaba que las cosas siguieran así, pero con la huida de Sirius Black de Azkaban todo había cambiado.
Inmediatamente el nombre de Avalyn comenzó a correr por los pasillos y antes de que hubiera acabado el primer día de clases, ya era conocida por ser la hija de Sirius Black, el ahora criminal más buscado del mundo mágico que tenía intenciones de matar a Harry Potter.
Avalyn era consciente de que su padre era un loco; por su culpa muchos murieron a manos de Voldemort y antes de ser atrapado, traicionó a sus propios amigos, mató él mismo a uno de ellos y luego asesino a un grupo de muggles. Era normal que la gente se sintiera reacia al escuchar su apellido.
¿Pero era necesaria la crueldad hacía ella?
Ella apenas había cumplido un año cuando eso había ocurrido. Ni siquiera recordaba los momentos pasados junto a su padre antes de que fuera enviado a Azkaban, no tenía un solo recuerdo de él. Era una bebé, no tenía la culpa de que lo que él había hecho. Ella misma sentía que lo odiaba, al fin y al cabo, por su culpa ella y su madre casi mueren también.
¿Por qué todos la miraban como si ella fuera responsable de los actos de aquel hombre?
Durante las primeras semanas la gente parecía disimular. Se la quedaban mirando en los pasillos, hablaban en susurros intentando que no se diera cuenta y se quedaban callados en cuanto ella entraba a cualquier salón, pero con el paso de los días eso fue cambiando. Comenzaron a señalarla sin ningún disimulo, al mencionar su nombre los tonos de voz eran cada vez más altos y una que otra persona había comenzado a insultarla.
Avalyn intentó que no le afectara, su amiga Lisa ayudaba mucho en eso. Siempre le repetía que ella no tenía la culpa de nada y que los demás eran unos completos idiotas. A pesar de las habladurías, ella siempre mantuvo la frente en alto recordándose que no tenía nada de lo que avergonzarse, pero cada vez se volvía más difícil.
Hubo una ocasión en donde se paró frente a Harry Potter y pidió disculpas. No sabía por qué se estaba disculpando, ella no había hecho nada. Pero sus padres estaban muertos por la culpa del suyo, supuso que eso tenía cierto peso.
El chico de Gryffindor solo asintió con la cabeza antes de pasar a su lado y seguir caminando. Ron Weasley le dio una mirada incomoda y Hermione Granger le sonrió con pena antes de que ambos siguieran a su amigo.
