Ava y Theo no tienen nada en común.
Son dos páginas con historias diferentes, dos notas totalmente opuestas y dos estrellas alejadas la una de la otra.
Pero se encontraron el uno al otro y se convirtieron en dos páginas de un mismo libro, en dos no...
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A partir de ese momento todo se sintió extrañamente tranquilo.
Los chicos volvieron a clases y desde entonces había una extraña paz reinando en el lugar. Se sentía como la calma antes de la tormenta, una sensación inquietante que flotaba en el aire pero que al menos les servía como respiro.
Ava había encontrado una distracción en la rutina de Hogwarts. Iba a sus clases, tenía sesiones de estudio con Theo, Enzo y Lisa o solo con ella cuando los chicos iban a sus entrenamientos de quidditch, algunas tardes se quedaba pintando en su habitación y con Lisa habían retomado sus noches de chicas.
Por supuesto, también pasaba mucho tiempo con Theo. Habían tenido varias citas en Hogsmeade y seguían encontrándose por las noches en la Torre de Astronomía. Podían hablar durante horas o sumirse en el silencio, disfrutando de la compañía del otro.
En ese momento era otro el drama que corría entre los pasillos. Se había formado una grita entre el trío de oro y todo había comenzado con Ron Weasley comenzando a salir con Lavender Brown. Algunos decían que Hermione Granger estaba celosa porque gustaba del chico y otros decían que simplemente no le agradaba, porque era obvio que ella sentía algo por Harry Potter.
Fuera como fuera, Ron y Hermione no se hablaban y Harry estaba en medio de ambos. Aunque claro, el elegido también se había visto demasiado distraído y entre los estudios y el quidditch, parecía no tener tiempo para el drama de sus amigos.
Aquella tarde Theo y Enzo se encontraba entrenando cuando Ava y Lisa entraron riendo silenciosamente a la biblioteca. Avanzaron entre las estanterías buscando una mesa vacía cuando vieron a Hermione sola.
Ambas amigas se miraron y como si pudieran leerse la mente, avanzaron hacia su mesa y se sentaron frente a ella. Hermione levantó la vista, sin ocultar su sorpresa al verlas.
―¿Te molesta la compañía? ―preguntó Lisa.
―N-no ―balbuceó Hermione, bajando la pluma y enderezándose en su silla.
―¿Cómo estás? Has estado algo solitaria últimamente ―dijo Lisa, a lo que Ava la miró con los ojos muy abierto.
―Muy sutil ―murmuró volviendo a mirar a Hermione.
―Supongo que he estado... algo sola últimamente ―dijo Hermione.
―Puedes hablar de eso si quieres ―dijo Ava―. O podríamos solo... estudiar juntas. O ir por una cerveza de mantequilla algún día.
Hermione dudó por un mirando, mirando entre Lisa y Ava repetidamente. Desde lo ocurrido el año anterior, la amistad que habían formado parecía haber desaparecido.
