Ava y Theo no tienen nada en común.
Son dos páginas con historias diferentes, dos notas totalmente opuestas y dos estrellas alejadas la una de la otra.
Pero se encontraron el uno al otro y se convirtieron en dos páginas de un mismo libro, en dos no...
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Ava y Lisa salieron del salón hablando de la última carta que Lisa había recibido de su familia. El invierno había comenzado y eso significaba que la familia Wildsmith comenzaba a planificar las celebraciones navideñas.
―Sería genial si pudieras venir ―invitó Lisa a su amiga.
―No sé que planes tenga mamá para navidad, pero podría hacerte una visita durante el día ―dijo Ava con entusiasmo.
Con como estaban las cosas, estaba segura de que aquella navidad sería en Grimmauld Place en compañía de la Orden.
Jamás lo admitiría en voz alta, pero parte de ella preferiría que la navidad fuera nuevamente ella, junto a su madre y su padrino. Sin charlas sobre Voldemort, guerras o el ministerio. Incluso quería evitar escuchar a Sirius quejarse de tener que mantenerse encerrado.
Si tenía la oportunidad de ir a ver a Lisa durante aquellos días libres los aprovecharía sin dudarlo.
―Ya debo irme a la biblioteca ¿nos vemos para cenar? ―preguntó Ava, a lo que Lisa estaba a punto de responder, pero fue interrumpida.
―¡Ava! ¡Lisa! ―las llamó Harry, acercándose a ellas a paso rápido.
―¿Qué pasa?
Por un momento, Harry se quedó en silencio mirando los ojos azules de la rubia. Casi había olvidado a lo que iba, así que se obligó a hablar antes de quedar como un tonto.
―¿Qué harán este sábado?
Lisa y Ava se miraron la una a la otra, como si quisieran recordarse si ya habían hecho planes. Cuando ninguna dijo nada, ambas asumieron que se encontraban libres.
―Nada que yo recuerde ―respondió Lisa.
―Con Ron y Hermione pensamos reunirnos con algunas personas para discutir algunos asuntos y pensé que podría interesarles ―dijo Harry―. No puedo explicar mucho ahora y es algo un poco secreto, pero sería genial si van.
―¿Dónde será? ―preguntó Ava.
―No lo sé, Hermione se esta encargando de eso.
―Entonces cuando lo sepas, nos lo dices ―dijo Lisa y ambas estaban a punto de marcharse.
―Espera, Ava ―la detuvo Harry.
―¿Sí?
―Pensé que quizá podríamos ir a la biblioteca y hacer la tarea de Encantamientos juntos.
