CAPITULO 15.

1.5K 141 1
                                    

SIGLO ANTIGUO

PALACIO REAL DE EVIGHEDEN

LISA POV

Caminé alrededor de la puerta, expectante a las próximas noticias a revelar. Mi madre había caído en cama. Toda su vida había sido una mujer activa, buscando maneras de ayudar a los más necesitados. Me parecía irreal que estuviera en cama, estando bajo el escrutinio de un médico.

El último mes había sido agobiante. Solo el compromiso con Jennie había sido una noticia buena. Todo lo demás, estaba de mal en peor.

—Su Majestad —saluda un guardia, inclinando su cabeza. Lo miro—. La Princesa Jennie está aquí y pide su presencia.

Miro la puerta, suspirando. Asiento, yendo detrás del guardia que me guía a mi despacho. El despacho del líder del pueblo. Justo donde ordené que la llevaran cada vez que viniera a visitarme.

No es que me cansara su presencia, al contrario. Pero, no quería que me viera en estas circunstancias. Apenas había dormido y mi ropa estaba fuera de su lugar. Odiaba que mi futura esposa me viera en estas fachas.

Allí se encontraba ella. Caminando por toda la estancia hasta notar mi presencia y detenerse con una sonrisa simple en su rostro.

Me acerco a ella, con prisa. Tomando su mano, inclinándome y besándola. Ella sonrió tímida, luego besé su mejilla con cuidado. Su blanca piel se tornó rojiza en el área de las mejillas. Aún no habíamos avanzado en nuestra muestra de afecto, pero la esperaría toda la vida si fuera necesario.

—Jen —saludé, sin soltar su mano—. No esperaba verte hasta las fiestas de fin de año.

Ella sonrió y apretó mi mano.

—Lo sé, eso habíamos hablado, pero sé que estás abrumada con la salud de tu madre. Además, soy tu prometida, debo estar aquí. Contigo.

Una sonrisa apareció en mi rostro. Había sonreído verdaderamente después de mucho tiempo. Ni siquiera mi madre, ayer, había logrado aquello. Su estado de salud me tenía muy preocupada. Nadie me daba respuesta de su mejoría.

—No quiero que te sientas obligada a nada, Jennie —la invité a sentarse, me senté junto a ella—. Sé que tienes tus propios problemas.

Se encogió de hombros, quitándole importancia.

—Ahora tus problemas también son míos.

Suspiré, sintiéndome afortunada de tenerla a mi lado. No podía esperar menos de ella. Era simplemente la mujer perfecta, y que siempre había querido para mí.

—Mi madre cayó en depresión, princesa —comenté, bajando mi rostro—. La muerte de mi padre le afectó mucho. Además, no he podido estar con ella por subir al trono... Todo está siendo un caos, Jennie. No sé qué podría hacer para hacerla mejorar.

Su pecho sube y baja con una respiración profunda. Sus ojos esmeraldas recorren mi rostro entero. Su mente está procesando la información y pensando en grande.

—Las reinas son complicadas —noté una pizca de broma en su tono, por lo cual sonreí.

—Lo sé, he vivido con una toda la vida —ambas reímos un poco.

Por suerte, tenía a Jennie junto a mí. Me sentía sola estos últimos días. Había perdido a mi padre. Ahora, mi madre estaba en cama. Solo despertaba para comer y firmar papeles.

—El doctor Jiménez, Su Majestad.

El guardia de la puerta anuncia al doctor. Él entra con sus hombros caídos y su rostro no mostrando más que pena y preocupación. Podía inferir su comportamiento.

Crown Jenlisa Gip Donde viven las historias. Descúbrelo ahora