CAPITULO 52.

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SIGLO ANTIGUO

PALACIO REAL DE EVIGHEDEN

LISA POV

Me removí sobre el asiento, estaba cansada de esperar y estar en la misma posición.

—Lisa, enhorabuena por el nacimiento de tu bebé.

Jungkook apareció con un vaso de agua en sus manos y me lo entregó.

—Esto es para ti.

Asentí.

—Gracias.

Sonreí y tomé agua.

—Entonces, ¿es un varón o una dama?

Suspiré y recordé el rostro regordete de mi heredero.

—Varón.

Jungkook sonrió y dio dos pequeñas palmadas en mi hombro para luego alejarse.

Terminé mi vaso de agua y lo dejé a un lado. No estaba en la habitación, ya que me habían pedido algo de privacidad para una revisión a Jennie y a nuestro hijo. No dudé dos segundos en despedirme rápidamente y salir de allí. Sabía que entre más rápido salía, más rápido entraría nuevamente. Ahora, solo esperaba que me dejaran entrar y pasar un tiempo juntas antes de ser ambos trasladados a otra habitación designada.

—Majestad, su madre ha sido informada y está viajando hacia aquí.

Informó Zúrich. Asentí y volví a posar mi mirada en la puerta de aquella habitación. ¿Podría abrirla si seguía mirándola de esta manera? Sonreí para mis adentros ante aquella idea loca. Sin embargo, a los segundos la puerta se abrió y salió el doctor con sus cosas en un maletín. Me puse de pie y él se acercó.

—Todo está en orden, Su Majestad. Dos de mis enfermeras más calificadas quedarán a su disposición y cuidarán de Su Majestad y de Su Alteza Real.

Asentí. Todo había salido bien gracias a los seres sobrenaturales.

—Volveré mañana temprano, así verificaré que nada esté fuera de lo normal.

Volví a asentir.

—Muchas gracias, doctor.

Sonrió y negó.

—El honor ha sido todo mío, Majestad. Nos vemos mañana.

Nos despedimos rápidamente y luego entré a la habitación donde se encontraba mi esposa descansando. Las enfermeras estaban acomodando a mi hijo en otra cama aparte. Él no hacía ningún ruido, pero pude ver sus ojos abiertos mirando a nada en particular.

—¿Lisa?

Enfoqué mi mirada en mi reina y me acerqué. Ya tendría tiempo para ver con más detenimiento a nuestro pequeño.

—¿Sí?

Jennie me miró y sonrió. Se veía cansada con sus ojos apenas abiertos.

—Lo logramos.

Sonreí y negué besando su mejilla.

—Tú lo has logrado, cariño. Has traído a nuestras vidas a nuestro heredero.

Su sonrisa se mantuvo y asintió lentamente. Sujeté su mano con cuidado y la llevé a mis labios.

—Debes descansar, has hecho un trabajo asombroso, mi hermosa reina. Déjame cuidar de ti ahora, ¿sí?

Miró alrededor. Supuse que buscaba a nuestro bebé.

—Louis....

Fruncí el ceño y me acerqué más. Su palabra había salido como un susurro.

Crown Jenlisa Gip Donde viven las historias. Descúbrelo ahora