CAPITULO 26.

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SIGLO ANTIGUO

PALACIO REAL DE EVIGHEDEN

JENNIE POV

Mis pasos resonaban sobre la madera recién pulida de mi habitación. Estaba sumamente nerviosa y había muchas razones para ello.

—Su Alteza, su padre está esperándola.

Tragué grueso, mis manos temblaban. Aun así, asentí para dejar pasar a mi padre. Pedí un segundo a solas y no tardó mucho en entrar. Su mirada me recorrió entera y me sentí aún más nerviosa. Una sonrisa amable apareció en su rostro cansado. La edad y su enfermedad le habían dejado huella.

—Tengo miedo, papá.

Susurré, aunque sabía que me escuchaba. No había recibido más visitas cercanas, así que era con él con quien podía confesar mis emociones.

—Oh, pequeña Jen —se acercó a mí y me abrazó con fuerza—. Todo estará bien. Te lo prometo. Lisa es una gran mujer y durante estos años lo ha demostrado, ¿no crees?

—Sí, lo sé, pero... —respiré hondo, mis ojos empañándose—. ¿Y si no me quiere después de casarnos?

Mi padre se alejó de mí rápidamente. Su mirada se tornó dura. Negó firmemente.

—Si eso pasa, tendré que darle una buena golpiza, ¿cierto? —abrí la boca, pero él rió—. Ella te ha amado siendo solo novias o prometidas. Lo hará aún más cuando estén juntas todo el día.

—¿Y si se cansa de mí? ¿Y si...?

Su dedo índice se posó sobre mis labios, sin tocar mucho el labial perfectamente aplicado. Suspiró alto, negando.

—No lo hará, confía en ella, ¿sí? —torcí mis labios—. Si tienes alguna duda, debes acudir a ella. Dentro de unos minutos serán esposas.

Eso nuevamente me alteró. Me había relajado durante algunos segundos en los brazos de papá.

—Respira hondo, Jen.

Me pidió, haciendo que siguiera su respiración. Juro que lo intenté, pero mi cuerpo simplemente no respondía. Los nervios me estaban comiendo y no podía controlarlo.

—Solo tengo diecinueve años, seré una pésima esposa.

Murmuré en medio de mi crisis. Mi padre rió mirándome. No me hacía gracia, pero no podía callar mis pensamientos frente a él.

—Venga ya, Jennie —siguió riendo—. La mantuviste en tus brazos teniendo dieciséis años. No será para tanto.

Me tomó por los hombros y me sacudió ligeramente. Nuestras miradas se conectaron y pude ver sus ojos brillar ligeramente. Se acercó y besó mi frente con cariño.

—Vamos. La reina pensará que te has retractado.

Solo logró abrir la puerta cuando el cuerpo de Lisa se encontraba allí. Su mirada recorrió la habitación, ignorando a mi padre, hasta toparse con la mía. Pude notar cómo su rostro reflejaba tranquilidad y tomaba aire nuevamente.

—Pensé que no querrías bajar —dijo. Mi padre me miró intentando no reír—. ¿Estás bien? ¿Está todo en orden?

No pude evitar relajarme sabiendo que ella estaba allí, esperándome. Seguramente se habría asustado por mi retraso y solo quería confirmar con sus propios ojos que seguía aquí y no a kilómetros de distancia.

—Es de mala suerte ver a la esposa antes de la boda.

Bromeé sonriendo. Ella sonrió y lentamente asintió. Su mirada jamás abandonó la mía, confirmándome que no habría mala suerte si aquello fuera real.

Crown Jenlisa Gip Donde viven las historias. Descúbrelo ahora