Crown Jenlisa Gip

CAPITULO 20.

SIGLO ANTIGUO

PALACIO REAL DE EVIGHEDEN

JENNIE POV.

Una de mis cosas favoritas estando en el palacio era tomar mis paseos vespertinos entre los extensos jardines del patio trasero. A simple vista parecía un lugar sin salida, pero luego de varias veces recorriéndolos memorizabas cada parte y veías que no era tan difícil.

—Su Alteza, no sabía que se encontraba por aquí.

Me giré al escuchar la voz femenina proveniente del centro del jardín. Incliné mi cabeza al ver que era lady Wendy. Por primera vez, la veía pasearse sola.

—A veces necesitas escapar de los pasillos de un palacio tan grande.

Comenté. Ella se acercó y decidió por su cuenta hacer el mismo recorrido que yo. Preferí no prestarle atención a su presencia e intentar salir más rápido de lo normal. Sabía que en cualquier momento empezaría a hablar cosas sin mucho de mi interés. Era tan parecida a Irene.

—En dos días vuelvo a mi pueblo.

La miré de soslayo y asentí sin saber precisamente el porqué de sus palabras.

—¿Cómo lo lograste?

Me detuve y la miré confusa. ¿De qué hablaba?

—¿Qué cosa?

Rió y se cruzó de brazos. Su cuerpo se veía tenso. Suspiré esperando que no fuera nada extraño.

—Cómo lograste capturar a la princesa más codiciada de todos los pueblos.

Humedecí mis labios y negué lentamente antes de seguir mi recorrido. Definitivamente se parecía tanto a mi hermana.

—Hey, te he hecho una pregunta.

Su voz sonó discriminatoria. Hablé sin mirarla siendo lo suficientemente grosera.

—Y yo te estoy ignorando.

Pensaba salir de entre las flores, pero su mano sobre mi hombro derecho me hizo detenerme y girarme de mala gana.

—¿Cómo te atreves a darme la espalda?

Alejé su mano de mi cuerpo. No estaba con las ganas de una discusión.

—Con el mismo atrevimiento con el que has intentado besar a mi prometida.

Su rostro amargado cambió radicalmente a uno orgulloso. Apreté mi mandíbula al verla que se sentía ganadora al intentar besar a Lisa y que al menos haya logrado alcanzar su mejilla.

—Así que sí lo viste.

Fue mi turno de cruzarme de brazos.

—No te hagas, Wendy. Tú me viste entrar.

Sonrió y se encogió de hombros.

—Al fin te diriges a mí sin tanta política.

Giré mis ojos. Realmente era fastidiosa. Ahora entendía por qué era tan cercana a Irene de pequeñas. Tristemente, las había visto crecer en mi palacio y siempre tuve que soportar sus malos tratos hacia mí.

—Cuando escuché que estaba prometida, imaginé a cualquiera. Hasta pensé en Ren, pero, ¿tú?

Apretó sus labios para detener una risa. Ella se estaba gozando, pero yo solo quería borrarle aquel rostro tan divertido.

—Debiste verle la cara al enterarse que Lisa me prefirió por encima de ella. Fue el mismo rostro que tú tuviste al verme en aquel pasillo.

Sonreí al ver que su rostro se transformaba por completo. Casi pude ver como salía humo de sus oídos.