El llanto del Dragón ﻌ [Fanfic] ☑

Capítulo 5

Neuvillette está confundido, sigue mirando la maceta con la roja flor cerca de su ventana, llega sin nota, sin nombre, tan solo llega a sus manos junto a ese olor tan dulce, jamás creyó decir eso, pero había sido un regalo que le alegro un poco, y quería agradecer a la persona que hizo eso, pero también preguntar sobre cómo cuidar a esa flor, él no sabía nada de flores y usar su poder no sería 100% eficiente.

Claro, Wriothesley sabía de flores, así que él sabría que hacer.

Vuelve a su asiento y sigue con el cuestionario que le hará a Wriothesley en dos días, era mucho más de lo conveniente que él trabajara cerca.

Es el día, estoy frente a la oficina de su Señoría, resulta que él salió y ahí tengo que esperarlo, en algún punto esto se volvió aburrido, todo lo que veo son personas y melusinas con un montón de papeles en mano, la verdad espero no hacer mucho de eso cuando me cuenca Alcaide.

Minutos después, Neuvillette llega y abre la puerta luego de un corto saludo. Entro a pocos pasos de distancia de él. No tardo en notar a la gardenia, al parecer sigue viva.

—Oh, una gardenia roja —me muestro sorprendido—, esta muy bien cuidada.

—Hace unos días me la entregaron —me dice—, no se quien fue, pero tampoco se cuidarla, después iba a preguntarte si sabías cómo cuidarla —está en su escritorio, buscando algunas cosas.

—Claro que lo se —le digo—, la historia de mi familia se basó en cuidar el campo de flores que había tras nuestra casa —sonrió, pero en un segundo, dejó de hacerlo, extraño mi hogar.

—No pienses en eso —me dice—, toma asiento, harás tu prueba.

Camino a la pequeña sala en el lugar, me siento en uno de los sillones y recibo la prueba, en un principio mi mente se nubla, me siento perdido, sin embargo, Neuvillette se sienta frente a mí y me mira con detenimiento, de alguna forma eso me calma y poco a poco vuelvo a recuperarme, empezando a leer las instrucciones, entrando poco a poco en los archivos en mi cabeza, listo para buscar el necesario y encontrar una respuesta.

Termine la prueba, Neuvillette la revisó y ahora veo mi resultado, un 85/100 no es tan malo.

—Espero que sea mejor en la prueba —me dice, me siento regañado—, de lo contrario, tendrías que intentar hasta que haya otra vacante.

—Lo haré, me ira mejor, lo prometo —le digo—, estudiaré más.

Tomó una hoja en blanco y un lapicero. Empiezo a escribir mientras soy observado, no sé cómo sentirme, quería lucir genial frente a él y seguro no me acerque a esa visión. Termino y dejó la hoja sobre el escritorio.

—Así se cuida una gardenia —suspiro—, iré a estudiar más.

Me despido con una corta reverencia y salgo de la Oficina. Camino con la mirada baja y salió de ese lugar. Camino sin sentido hasta que, sin darme cuenta, salí de la ciudad, esta vez, me acerco al mar, me siento en la arena y me quedo mirando el atardecer, me siento extraño, no estoy triste, totalmente, siento que estoy decepcionado de mi mismo, y me siento como un idiota por pensar así, no entiendo que me pasa, al fin y al cabo, Neuvillette no debe sentir nada por mí, no estoy seguro si las flores le hicieron sentir algo o sonrió solo porque Nadine estaba frente a él, no lo sé y tampoco quiero pensarlo mucho.

Abrazo mis piernas y sigo mirando el mar, deseo tener a mis padres conmigo, que me animen con sus palabras e historias de amor. Deseo que mi hermano esté corriendo de un lado a otro, contando chistes, hablando con sarcasmo y reír por eso.

Termino dejando caer algunas lágrimas, últimamente me he llenado de sus recuerdos y no he descargado la tristeza que me envuelve por no tenerlos a mi lado, los extraño y a veces me arrepiento de ser el único con vida.