Capítulo 17

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Salí del Fuerte, el sol estaba presente mientras caminaba por el puente, el aire no era frío, pero tampoco me provocaba calor. Llegué cerca de la ópera y me detuve repentinamente al ver la figura de la señorita Furina. Recordé aquel primer día que la vi, a diferencia de ese día, su mirada estaba baja y mostraba una gran tristeza, algo estaba pasando, últimamente, las cosas no estaban tranquilas e iban a seguir así.

Me quedé en silencio por un tiempo, esperando a que siguiera su camino y no cruzara frente a frente, hasta que escuché la voz de Paimon. Corrí tratando de evitarla hasta estar cerca, sabía que Neuvillette estaría ahí, pero una vez que el cielo se nubló, el aire se volvió más frío y ocultó el brillo del sol, me quedé viendo a la distancia, algo debió ponerlo triste, quizás, apenado.

—Señoría, ¿e-es usted...? —pregunta el viajero.

—Es posible que sea lo que estás pensando —responde él.

—¿Qué pasa? —Paimon esta igual de confundida que yo.

—Neuvillette es el Rey Dragón del Agua —responde el viajero.

Bien, yo lo suponía, pero una parte de mi seguía queriendo negar ese hecho, aun me arrepiento por haberle culpado de lo sucedido en mi hogar.

—Les ruego que controlen su sorpresa —sigue hablando, Neuvillette.

Él mira a la señorita Furina. Volteo a verla de igual forma, poco a poco, luego de que ella le mirara, siguió su camino sin decir nada más. La miré al irse, pero me distrajo que Paimon llamara a Neuvillette por varios segundos, yo la miré, pero él tardo en responder.

—Oh, lo siento mucho —dice él.

—Sólo estábamos diciendo cosas por decir —Paimon continúa hablando—. ¿Acaso adivinamos algo? C-como no dices nada...

Me quedé en silencio, en verdad deseo que sea mentira, esto de suponer me agradaba más, ¿qué cara voy a poner cuando estemos frente a frente? Me gustaría haber meditado mejor las cosas, culpar a alguien más para no sentirme culpable por estar viviendo, no es la mejor idea que se podría llegar a tener, los arrepentimientos llegan tarde o temprano.

—Lo adivinaron —confirma él—. Ahora bien, les pido de corazón que, por favor, me guarden el secreto.

El mayor peso de los arrepentimientos que he tenido, me ha caído ahora. Siento que mi cuerpo está pesado, me duele el corazón. Hay cosas que deje dentro de mi sin resolver, las guarde tratando de no volver, tan siquiera, a tocar aquella caja que había cerrado con candado. Suelo ser alguien que mantiene las cosas ocultas, incluso de si mismo.

—Verás —Paimon continuo—, si eres el Rey Dragón Hydro y pudiste retroceder el agua del Mar Primigenio en el Fuerte Merópide...

Decido no escuchar más. Camino de regreso al Fuerte con la cabeza gacha, quizás estoy exagerado, quizás no, pero ¿qué puedo hacer?, así me siento, culpable. He culpado a la persona incorrecta por algo que no hizo, sino, esta tratando de arreglar, que esta sacrificando su tiempo para salvar Fontaine, que esta tratando de evitar otra tragedia.

  
  
 
Clorinde se fue luego de recibir su regalo por parte de Sigewinne, ambas me miraron un poco preocupadas, era seguro que les transmití mi forma de sentir, pero pude evitar más preguntas, incluso cuando Clorinde me preguntaba más sobre lo que había ocurrido allá afuera, sobre lo que había ido a buscar, pero no dije nada.

El viajero se dio una vuelta por mi Oficina para saber cómo iban las cosas, me mantuve tranquilo, si no fuera porque Paimon ignoró algunas de mis reacciones, el viajero hubiera preguntado al igual que el resto.

El llanto del Dragón ﻌ [Fanfic] ☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora