Capítulo 15

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Pasó un día de aquella cita, era feliz, fuí alguien feliz recordando aquel día, estábamos juntos, de lado a lado, el clima era perfecto, el ambiente era perfecto. Sin embargo, llegó a mi aquella carta y expediente completo de aquellos que tanto he esperado.

Los estoy esperando pacientemente, pues quiero darles una cómoda bienvenida. Sigewinne está a mi lado, decidió acompañarme con la excusa que Neuvillette le pidió cuidarme, al final me siento más relajado con ella a mi lado, no quiero salir de control, después de todo, además de Hortense, su ridícula organización provocó la muerte de 18 personas y 3 melusinas, ¿cómo puedo controlar mi enojo? Al menos Neuvillette logró darles una sentencia justa y yo vigilaré que se cumpla.

A veces, la idea de cómo nos complementamos, me pone feliz.

En poco tiempo llega el barco, bajan cuatro personas, hay uno frente a todos que no quita la mirada de enfrente, estoy seguro que es el líder. Dos más le acompañaban a los lados, mirando a los alrededores, y después estaba uno con la mirada baja, él debe ser quién los delató. Se registran y los guardias los guían frente a mí, avanzó unos pasos para que Sigewinne este lejos de ellos. Los tres me miran con disgusto, en especial su "líder", quien quería mostrarse superior.

Me cruzó de brazos y alzó un poco la mirada.

—Consideren que son afortunados —dice un guardia—, pues el mismo conde del Fuerte Merópide, ha venido a recibirlos.

Alzó mi mano en señal de que pare, el guardia lo nota y baja la cabeza.

—Aquí no somos más que humanos fingiendo ser superiores a otros —digo regresando a mi posición inicial, retando la mirada con aquel hombre—, sin embargo, han llegado a mi tierra, mi zona, y aquí las reglas las pongo yo. No recibieran atención médica por parte de la enfermera, veremos a quienes conseguimos para tratarlos. Trabajarán en la parte baja y tienen prohibido comer junto a los demás.

—Ja —ríe aquel hombre—, ¿nos harás eso? ¿Ser el conde te permite hacer eso?

—No lo hago como conde —me acerco unos pasos más, él retrocede—, lo hago como Wriothesley. No necesito ese título para atreverme a hacerlo.

—¿Wriothesley? —susurra uno de ellos. Su rostro muestra sorpresa, debe recordar quien soy.

—Y una cosa más —sonrió—, no soy el único que está molesto por lo que hicieron y estarán solos.

Lo veo tragar en seco, me doy vuelta y señalo a Sigewinne para que me siga. Ella asiente y camina hasta mi lado.

—Regreso más tarde.

Digo y empiezo a caminar, doy una corta mirada al joven que los había delatado, se veía asustado, entiendo que él también causó todo esto, pero se arrepintió, estaba ahí porque sabía que sus acciones estuvieron mal, al menos, creo que había sido una buena idea el permitirle que fuera separado del resto, al menos le agradezco que sus palabras nos ayudarán a encontrar a todas las víctimas.

 
  
 
Sigewinne seguía hablando de lo "genial" que se vio Wriothesley cuando recibió a los hombres que había enviado, me siento feliz, pues estoy rodeado de personas a las que quiero, comiendo pasteles y descansando del trabajo.

—Debió haberlo visto —termina su discurso mientras volvía a tomar su rebanada de pastel, la cual, no había tocado en toda la reunión.

—Solo dije unas cosas, no es para tanto —habla el joven a mi lado, sonriendo y dando un bocado a su pastel.

—No seas modesto —le digo—, los enfrentaste y te lograste contener.

No dice nada. Volteo a verlo y me estaba mirando, tenía una amplia sonrisa.

El llanto del Dragón ﻌ [Fanfic] ☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora