Capítulo 8

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No puedo dejar de pensar en eso último que me dijo antes que el elevador me llevará a la estación.

"—Prometo llevarte a casa, algún día".

Fue tan repentino que estuve a punto de soltar la comida de Sigewinne y correr hasta él, pero las puertas me impidieron verlo, entrando en razón, al menos, en que me debía controlar un poco.

Llego al fuerte Merópide, saludo a las recepcionistas, incluso algunos guardias o reclusos, pero mi mente sigue en esas palabras, ¿es posible volver?, hubo mucho tiempo que buscaba alguna manera de crear o, incluso, robar un barco para ir directamente, pero cuando tenía la idea, la colina no se veía más, ya no había nada, así que ¿cómo espera hacerlo?, no creo que se refiera a ver cómo es que todo está hundido, no sería capaz de hacer eso.

En la enfermería esta Sigewinne, atendiendo a una joven, quien parece haberse lastimado una mano ya que la melusina termina de vendarla.

—Intenta no usar mucho esta mano —le dice—, si se vuelve a abrir, ven a verme, la atendere de nuevo.

—Muchas gracias, jefa de la enfermería —responde la joven.

—Hola, ¿interrumpo algo? —digo mientras entró recibiendo la atención de las presentes.

La joven se despide de ambos y se retira de la enfermería.

—Señor Conde —dice Sigewinne—, ya regresó.

—Vine a darte un poco de comida que preparé —le entregó lo que preparé.

—Oh, muchas gracias —me sonríe—, disfrutaré mucho de esto. Dígame, ¿cómo está su Señoría?

—Acabo de llegar y ya estás preguntando por él, recuerda que lo ví todo el fin de semana, claramente está bien y tuvo un descanso del trabajo.

—Me preocupa mucho, suele trabajar sin descanso —suspira—, recuerdo que hace tiempo le pedí si algún día podía visitarme para preparar una bebida que le hiciera sentir menos cansado, y llegó cansado, me enteré de que trabajo hasta tarde para liberarse un día entero, al menos me alegra que la bebida funcionó.

—¿Cómo llegó?

—Pues se veía cansado y llegó un poco más tarde de lo que había acordado, se sabe que él es muy puntual y solo se retrasa cuando surge algo en el trabajo, pero jamás se ve cansado.

Luego de entregar la comida, vuelvo a mi puesto, tengo en mi escritorio algunos documentos, me fui y estaba vacío, así que ahora ya se me ha juntado algo de trabajo. Me siento y empiezo a revisar todo, algunos son el resultado de algunas investigaciones, los gastos del comedor, algunas solicitudes de nuevos robots, los expedientes de nuevos reclusos, muchas cosas que me hicieron sentir cansado, no puedo dejar de pensar en él, lo que me dijo, lo que Sigewinne me contó, y la pregunta ¿qué está haciendo ahora?

Han pasado tres meses, el verano se terminó y prácticamente no he salido del fuerte más que dos veces hace un mes para despedir y recibir a Hortense de su viaje, desde ahí, el trabajo me sigue consumiendo.

He estado investigando sobre el Fuerte, sobre el mar primigenio y empece la construcción del barco, además de buscar alguna manera de entregar las flores a Neuvillette, he querido enviar alguna, pero en mi Oficina no resistieron, el sol no llega, fue inútil llevarlas ahí, pero fue que tuve otra idea, bajo mi oficina estaba el cristal, entra un poco de sol y es de la forma que he logrado empezar que crezcan varios lirios del valle, aquí es húmedo, perfecto para su crecimiento, además, espero que puedan darle un poco de paz a la pesada vida de Neuvillette.

Mis investigaciones me hicieron saber el propósito del Fuerte Merópide, el cual es proteger el mar primigenio, en pocas palabras, mi deber es evitar que salga de aquí. A veces quiero volver a ese lugar, no sé qué me lleva a pensar en ese lugar, pero lo quiero visitar.

El llanto del Dragón ﻌ [Fanfic] ☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora