Capítulo 16

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"Hoy fuimos por un helado, se dio la casualidad que estaba libre y él seguía organizando la apertura de su florería. Recientemente había hablado con Cosanzeana para que le ayudara en manejar la tienda. Me contó mucho al respecto. Esta vez no caí en su broma de congelar mi cerebro al morder un poco de mi helado, aunque me gustaría haberlo hecho para escuchar su risa discreta y ver su rostro, supongo que encontraré otra forma de verlo así".

"No lo ví por alrededor de un mes, y él llegó repentinamente para trabajar en mi oficina, estuvo contándome sobre sus trabajos, algunos chistes e incluso me contó sobre sus flores, están creciendo y parece ser un padre orgulloso de sus retoños, es lindo verlo así de emocionado".

"Es el primer cumpleaños en el que Hortense no está. La florería sería abierta en honor a ella, por lo que el lugar estuvo lleno de personas y melusinas cuando se dio a conocer el nombre de la tienda, "Myotis". Rápidamente hubo ventas, decidí quedarme a ayudar aunque no supiera mucho de flores, y afortunadamente no sabía, gracias a eso Wriothesley se mantuvo a mi lado, riendo cuando no sabía algo y mirándome todo el tiempo".

—¿Te gusta que te miré? —digo mientras dejo el diario sobre mi pecho.

Me encuentro recostado sobre los pastos de la primavera en un día soleado con aires frescos que mueven nuestros cabellos. Él está sentado a mi lado, mirando al océano.

—Un poco —me responde.

Volteo a verlo soltando una risa, me evita la mirada y yo solo me limito a reír.

Han pasado 4 años, quizás es mucho, pero me ha resultado tan poco, nos hemos organizado para vernos cada dos meses, aquí en Poisson. Me encanta leer su diario, así que lo trae todo el tiempo para que yo lo lea mientras él me mira y a veces me habla sobre cosas que no escribió en su diario, en el cual he notado que especialmente escribe sobre mí y nuestros encuentros, me siento especial sin ser nada oficialmente, que debo aclarar, a pesar de tantos años conociéndonos, saliendo, incluso llegando a vivir juntos, porque a veces me quedo en su casa y mis cosas están ahí, no somos nada más que Neuvillette y Wriothesley.

—Es de lo único que hablas —le digo mientras me  siento y me le acercó—, no creo que sea un poco.

Dejó caer mi cabeza sobre su regazo, miro un tono carmesí sobre sus mejillas mientras me sonríe. Su mano cubre el sol que molesta mis ojos y la otra empieza a acariciar mi cabello, estar así hace que mi corazón se sienta cálido, que mi mente solo piense en él y las mariposas nazcan en mi estómago, viajando a mi pecho, golpeando sin piedad, pero sin lastimarme.

—Ya lo sabes, no me hagas decirlo —su voz ha cambiado, suena algo molesto.

No me ha dicho palabra alguna sobre quien es realmente, pero me ha contado tanto sobre su dificultad de expresión, lo he intentado ayudar, pero sus palabras escritas me dicen que le cuesta hacerlo con el resto, pero conmigo, ha mejorado.

—Quiero oírte decirlo, pero si no quieres, no puedo hacer nada —dejó me mirarlo.

Escucho su risa y mi cabello deja de ser tocado. Siento como su mano llega a mi barbilla para obligarme a mirarlo.

—Me gusta que me mires —me dice en tono serio—, así que solo mírame a mí.

—¿Y si miro a las personas pasar por las calles?

—Wriothesley —me lanza una mirada un tanto molesta.

—Era broma.

Su expresión se relaja y luego me sonríe. Ahora nos miramos sin dejar de sonreír. El aire es fresco, el sol cálido y el ambiente es tranquilo. Escuchamos al mar a lo lejos, los pájaros cantar y el ferri pasar. Es un día perfecto.

El llanto del Dragón ﻌ [Fanfic] ☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora