𝐃𝐄𝐒𝐂𝐎𝐍𝐎𝐂𝐈𝐃𝐎𝐒- TRUENO

ⅩⅩⅧ)" 𝙩𝙚 𝙚𝙭𝙩𝙧𝙖𝙣̃𝙚..."

𝟑 𝐦𝐞𝐬𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞́𝐬...

Estoy en el estudio de la casa de Mateo, terminando de acomodar unos temas para mí álbum.

Mateo, Camilo y mi papá llegan hoy de esa gran gira que tenían por todo el mundo.

Debo admitir que los extraño un montón, a todos. O bueno un poquito más a Mateo.

Mi relación con Mateo sigue igual, somos "amigos".

La verdad nose muy bien que somos pero si se que lo amo, el me sigue esperando hasta el día en que yo me sienta segura. Y creo que es el momento.

Sigo acomodando los temas y siento ruido abajo, o llegaron los chicos o me están robando. Espero que sea la primera.

Bajo las escaleras y me encuentro con un Camilo todo cansado. Me miró y yo fui corriendo a abrazarlo.

-hola putita...-me dice cagandose de risa y yo me separó.

-¿Que me decís putita?- le digo y le pegó en el hombro.-pa te extrañe, negro.

-sabia, sabía. Soy re extrañable.- dijo creído y me rei.

-¿el negro ciruja?- dije y escuché como caminaban atrás mío.

-¿Que me bardeas chichón de piso?- dice abrazándome por la espalda.

Enseguida me doy vuelta y lo abrazo más fuerte. Mateo esconde su cara en mi cuello y suspira.

-te extrañe...-dice separándose sin sacar sus manos de mi cintura.

-yo también Teo...-lo vuelvo a abrazar.

-bueno yo me voy a guardar las cosas.- dice Camilo y sube con las valijas.

-yo debería pero no quiero.-dice Mateo y me abraza más fuerte.

-dale vamos y te ayudo.- le digo pero niega.

-no, ahora vamos si pero a mimir un ratito juntos porque te extrañe.- dice haciendose el bebé.

-ahi lo tenés al cara de malo.- digo riéndome y sacándole la cabeza de mi cuello.

-basta, yo soy re Rockstar.-dice con cara de malo.

-sisi muy Rockstar, dale vamos.-le digo intentando salir de su abrazo pero no puedo.-¿Vas a estar como garrapata todo el día?

-si.-dijo y me agarró a upita para llevarme a la pieza.

Ni bien llegamos, me tira en la cama y el se saca la remera para acostarse también y abrazarme nuevamente.

-posta te re extrañe.-dice y me agarra la cabeza con sus dos manos para que lo mire.

-yo también amor...-se me escapó.

-¿Cómo?- pregunta con una sonrisa en la cara y yo me escondo en su cuello.

-basta, se me escapó.-dije con vergüenza y el larga una carcajada.

Mateo pone sus dos manos en mi cabeza y nuevamente hace que lo mire.

-te amo.- dice mirándome a los ojos.- ojalá se te escape más seguido porque me encanta.

Nos quedamos mirando a los ojos y no aguante más las ganas.

Lo bese y el me lo siguió con una sonrisa.

Me abraza por la cintura y empieza a hacer mimitos en ella, yo juego con sus rulos.

Las mariposas en la panza no son un mito, si existen se los puedo asegurar. Mas que mariposas tengo palomas adentro mío.

Mateo corta el beso por falta de aire y me mirá. Yo solamente lo agarro y lo beso devuelta.

Y como siempre algo nos tiene que interrumpir o está vez alguien.

-che bro...-dijo Camilo entrando y cuando nos ve se queda callado.- no dije nada, no ví nada, soy una tumba.

-dale pelotudo, ¿Que querés?- dice Mateo riéndose y apoyando su cabeza en mi pecho.

-era para ver si tenías flores.- dijo y Mateo asintió.

-en el cajón aquel.-dice señalando el cajón del mueble.- después me las devolves Camilo.

-si sabes que siempre te lo devuelvo ñery.- dice agarrando el frasquito y riéndose.- sigan con lo suyo.

-callate boludo.- dije está vez yo y le tire  con un almohadón.

-para violenta.- dice devolviendo el almohadónaso y yéndose.

-es un tarado.- dice mateo acomodandose más arriba mio, abrazándome por la cintura y escondiendo su cara en mi cuello para dejar besos ahí.

Yo con mi mano le hacía mimos en el pelo y el en mi cintura, de a poco me fui quedando dormida y mateo también.

....

Cuando me desperté eran las 7 de la tarde, mansa siesta nos dormimos.

Lo miró a el y seguía dormido, tenía todos los rulos despeinados y un puchero.

Me acerco y le empiezo a dar besos en la espalda para despertarlo. Escucho como se queja y estira un brazo para abrazarme.

-teo, dale gordo.-digo cuando se vuelve a pegar a mi cuello.

-un ratito más.-dice y siento como baja sus manos para acariciarme el culo.

Que por cierto estaba en tanga porque de dormida me agarró calor y me saque el pantalón.

-teo...-dije y sentí un apretón en mi culo.

-sh.- dice y arranca a darme besos en el cuello, pero está vez no eran tiernos.

Su mano empieza a colarse dentro de mi tanga y eso hizo que suspiré.

Después de el día ese en el que apareció la tarada esa, no tuve más relaciones y eso hizo que me prenda enseguida.

Trague en seco, cuando me empezó a acariciar.

-no hagas ruido amor.-dijo con voz ronca y metió uno de sus dedos.

Solté un gemido ahogado.

Estuvo un rato entrando y saliendo, y metió otro.

-shh...- dijo riéndose cuando solté un pequeño gemido.

Yo lo saqué de mi cuello y lo mire, tenía los ojos brillantes.

-e-estoy- digo intentando hablar, el solo me beso y aceleró el ritmo.

Clave mis uñas en su espalda y caí en mi orgasmo.

Mateo tapo mis gemidos con un beso.

Luego nos separamos y intenté regular mi respiración abrazandolo.

-debo admitir que me vuelven loco tus gemidos.-dice Mateo dándome un besito y yéndose al baño.

Dejándome como una estúpida enamorada, tirada en la cama.