𝐃𝐄𝐒𝐂𝐎𝐍𝐎𝐂𝐈𝐃𝐎𝐒- TRUENO

ⅩⅩⅥ) "𝙉𝙤 𝙨𝙤𝙢𝙤𝙨 𝙣𝙖𝙙𝙖..."

Estaba dispersa mirando el riachuelo cuando siento que alguien se sienta al lado mío, no hacía falta  ver para saber que era él.

Escucho como suspira y siento su mirada encima mío.

- ¿Por qué te fuiste así?- dijo y yo me reí sarcásticamente.

-no me iba a quedar a ver el reencuentro con una de tus chicas. Demasiado tengo ya.

-no es una de mis chicas.- dijo y se acercó más a mi.

-no me mientas, Mateo.- lo mire.- se que cuando fuiste a los angeles te la cogiste.

-si. Pero no por eso es una de mis chicas.-

-¿Y quién es entonces?

-es una colega, estábamos trabajando para una colaboración de un tema y los dos estábamos despechados porque nos habiamos peleado con nuestros novios. Salimos y nos pusimos en pedo, se nos fue de control todo y terminamos cogiendo.- dijo serio.- después de eso no pasó más nada, los dos sabíamos que lo habíamos hecho de resentidos y quedamos en amigos.

-ta bien, yo no te pedí ninguna explicación. Al fin y al cabo no somos nada nosotros.

-no me la pediste pero quería dártela.-dijo y me agarró de la cintura para que lo mire de frente.- quiero hacer las cosas bien está vez. Y no me digas que no somos nada chini, vos sabes que si somos algo.

-no somos nada Mateo, no estamos hechos para estar juntos.

-¿Que estás diciendo Madison?- pregunta con el ceño fruncido.

-mateo, ¿No te das cuenta que siempre que estamos juntos pasa algo que nos caga el momento? No podemos estar juntos.- dije y se me caían las lágrimas.

Mateo me mira negando.

-no se que estás diciendo madi, pero te juro que yo voy a luchar por lo nuestro. No voy a dejar que nada nos interrumpa ni nos vuelva a separar porque te amo, te amo y lo tengo bien en claro amor.- dijo mirandome con los ojos llorosos.- no me digas que no podemos estar juntos, porque si podemos.

-mateo, yo no puedo.-dije mientras lloraba- tengo miedo, tengo miedo de que nos volvamos a lastimar. Necesito volver a confiar, hoy con lo de esa mina me di cuenta que no puedo estar con vos, si no puedo confiar en vos.

-chini... No me digas eso por favor.- dijo llorando.- déjame gánarme tu confianza de nuevo, yo cambié.

- se que cambiaste pero ahora la que tiene que cambiar soy yo.- lo miró y se me caen las lágrimas.- no puedo estar bien con alguien si no estoy bien conmigo misma. Me lastimaron mucho, me generaron inseguridades, no solo físicas sino psicológicas.

-contame todas tus inseguridades y te prometo que voy a hacer que se vayan. Voy a hacer que vuelvas a confiar en mi, en lo nuestro, en mi amor.

-teo, dame un tiempo.-dije y trague en seco.- tengo mucho miedo, mi cabeza no deja de decir que seguramente tenés muchas más atrás tuyo, más hermosas que yo, sin problemas con adicción, o que puede volver Nic...- me interrumpió.

-nicole ya no existe para mí. Y la única mujer en mi vida sos vos. No hay nadie mas que vos, sos la mujer que quiero, que amo chinita. Sos la mujer más hermosa que ví en mi vida y no tenes que dudarlo.-dice y me da un pico.- pero está bien, si necesitas un tiempo, yo te voy a esperar toda la vida si es necesario.

-Gracias...-le digo y lo abrazo.

-eso si, nada de otros machos.

-y vos nada de otras hembras.- se ríe y hace que lo mire.

-ya te dije que no hay nadie más que vos.- dice sincero.

Nos quedamos  toda la noche abrazados y después de ver el amanecer, volvimos a casa porque ya teníamos sueño.

Carlitos ya se había ido y estaba mamá sentada en la mesa del comedor desayunando.

-buenos días ¿no?- dice mi vieja riéndose sabiendo que no habíamos dormido en toda la noche

-hola ma...-dice Mateo.- me voy a dormir.

-ta bien, ¿vos hija? ¿Querés unos mates?- me pregunta.

-me tomo uno o dos y me voy a dormir porque no doy más.- dije sentandome al lado de ella.

-¿Que paso? Tenían los dos los ojos hinchados.-dice y me da un mate.- y no me vengas a decir que es por el porro.

-antes de ayer nos besamos... Veníamos bien hasta que apareció una minita de el y con ella mis inseguridades. Le pedí un tiempo para poder cambiar y sacarme las inseguridades de mierda que tengo.- digo y le devuelvo el mate.-me empezó a decir cosas re lindas ma... Pero te juro que no puedo volver a confiar, tengo miedo.

-esta bien hija, si es lo que necesitás, está bien. Solamente les voy a pedir que no se lastimen más.- dice y me sonríe.-¿Quien era la chica?

-una mina con la que estuvo cuando fue a los angeles, supuestamente es una colega. No sabes el pedazo de minon que es mami, me sentí un asco al lado de ella.

-¿que decís hija? si sos hermosa vos, mira a Mateo como lo tenés, se le vive callendo la baba al bobo.-dice riéndose.- no te rebajes así.

-pero ma así como la tiene a esta minita debe tener a 10 más hermosas que yo, con menos problemas.

-pero deja de decir pavadas Madison, sos hermosa, por fuera y por dentro, y así como vos tenés problemas todos los tienen.- me agarra la mano- asi que deja de tirarte abajo y anda a dormir.

-te amo ma.- le digo y la abrazo.- te robó la cama.

-no señorita, va a tener que pedirle a Mateo un espacio porque yo me voy a acostar devuelta.- dice a propósito, se que no se va a acostar.

-fa, sos tremenda, vieja.- me río y me voy a la pieza de Mateo.