ⅩⅩⅤ) "𝙎𝙝𝙝𝙝 𝙚𝙨𝙩𝙖́ 𝘾𝙖𝙢𝙞́"

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Acabamos de llegar a su departamento, nos estábamos comiendo la boca mientras el me guiaba a su pieza supongo.

-Shhhhh...-le dije cuando el se choco una mesa y hizo ruido.- está Camí.

-me chupa un huevo Camí.-dijo riéndose y siguió besándome.

Entramos a su pieza y el cerro la puerta con llave.

-Dios te extrañaba- susurra en mi oído mientras me toca la espalda y me acerca más a el.

El ambiente empezó a ser más caliente, Mateo me saco la remera y se me quedó mirando.

-que buena que estás...-me siguió chapando.

Su mano fue en dirección a mis tetas y apretó una de ellas, logrando que se me escape un gemido.

-shh está Camí.- dice haciendo burla.

Yo no le doy bola y escondo mi cara en su cuello, succionando y dejando varias marcas.

-sacate esto.- le digo desesperada.

El me hace caso y se saca la remera.

No puedo evitar bajar la mirada y morderme los labios. ¿En qué momento se puso tan bueno?

El lleva las manos a mi espalda y me saca el corpiño.

Los dos nos quedamos mirando fijo a los ojos, con mucho deseo. Hasta que yo no aguante más y le volví a comer la boca, está vez de forma más desperada.

El camina hacia atrás haciendo que caigamos en su cama, Yo arriba de el.

Sus manos fueron directo a mi culo para masajearlo de la forma que quiso.

-no doy más...-suspira desabrochandome el pantalón y metiendo la mano en mi zona íntima.

A todo esto lo único que se escuchaban eran mis gemidos y sus jadeos.

El saca la mano de mi intimidad y nos da vuelta. Se saca el pantalón junto con el boxer y busca un forro.

Cuando está a apunto de entrar en mi, tocan la puerta desesperadamente.

Mateo no le dió bola, puso una mano en mi boca y entro igual.

Yo me agarre de su espalda, clavándole las uñas y cerrando fuerte los ojos.

Quería gemir, pero no podía.

La puerta seguía sonando pero Mateo no paraba.

-¡MATEO!- Se escuchó el grito de Camilo.

-NO ROMPAS LAS BOLAS AMIGO.- le gritó Mateo mientras me penetraba.

-¡DALE FLACO, DEJA DE COJER!- se escucha desesperado a Camilo.

-Anda teo.- lo freno y el niega.- de verdad después la seguimos, puede ser importante.

El se me quedó mirando, sin salir de mi. Me dió un beso y suspiro.

-¡AHI VOY!- dijo, ahora sí, saliendo de mi y tirando el forro.

Se puso el boxer y el jogging. Me tiró su remera para que me la ponga y me dió un beso.

-anda dale.- dije empujándolo y poniéndome la tanga.

-MAS VALE QUE SEA IMPORTANTE CAMILO.-abrio la puerta y se fue.

-amigo tenés un problemita...-susurra Camí pero lo escucho.

-¡¡¡TEOOOO!!!- se escucha el grito de una vos chillona, yo me levanto a ver qué pasa.

Me asomo a la puerta y está Camilo mirando como Mateo tiene colgada a una mina que lo está abrazando.

-¿Y está?- le pregunto y Camilo se asusta.

-nadie...

-Camilo no me mientas que no soy tarada.-le respondí enojada.

-estuvieron una vez en los angeles cuando Mateo se había peleado con nicole pero se ve que la minita se engancho.- dijo mirándome.

Yo los miraba como hablaban, no sabía cómo reaccionar. ¿Tendría que estar celosa? ¿Me presento como la hermana o como la que estaba a punto de cogerse?

-me voy.- dije yendo a la pieza.

Agarró toda mi ropa del piso y me cambio, salgo de la pieza y paso por al lado de Camí.

-Despues te llamo amigo.- dije y me fui.

-Madi...- dijo Mateo cuando pase por al lado de ellos.

-Ya fue, teo.- dije y me fui.

En el camino no hacía otra cosa que pensar en Mateo y esa mina juntos, ¿la había llevado a la casa ya? ¿Cómo sabía dónde vivía? ¿La invitó el?

Cuando llegó a la casa de mi vieja miro y estaba con el novio, justo le vengo a cagar la noche.

-perdon vieja, venía a buscar unas cosas y me voy. hola Carlitos- dije saludandolos.

Subí a la pieza, agarre un porro y una campera y me fui a los puentes.

Estaba prendiendome uno cuando me llega una llamada de Mateo.

-gorda...

-¿Que querés Teo?- dije cansada.

-¿Dónde estás? Estoy en lo de la vieja y no estás, necesito explicarte.

-no tenés nada que explicarme Mateo, no somos nada.- dije aunque me dolió.

-Si somos.

-no Teo, no somos nada.- negué y le di una calada al porro.

-dejame explicarte, amor.- dijo suspirando.- decime donde estás y hablamos bien.

-Estoy en los puentes...

𝐃𝐄𝐒𝐂𝐎𝐍𝐎𝐂𝐈𝐃𝐎𝐒- TRUENO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora