basado en una historia de fantasía y ficción del siglo XIX.
creado por mí.
El aroma a flores y velas perfumadas impregnaba el aire mientras la elegante mansión se iluminaba con la luz de las antorchas. Daniel Fairchild, con su mirada penetrante y su...
(Salomón detiene a Daniel con una mirada suplicante y una expresión de esperanza en sus ojos)
Salomón: Daniel, antes de que te vayas, permíteme al menos pedirte una última cosa. ¿Podríamos mantener aunque sea un hilo de comunicación a través de cartas? A través de las palabras, quizás podamos compartir nuestros pensamientos y sentimientos, manteniendo viva la chispa de lo que una vez fuimos.
(Daniel mira a Salomón, sintiendo la sinceridad de sus palabras y la fuerza de su deseo por mantener algún tipo de conexión)
Daniel: Salomón, tu propuesta es un rayo de luz en la oscuridad que se cierne sobre nosotros. Aceptaré tu petición de mantener esa comunicación a través de cartas. A través de las páginas escritas, nuestros corazones podrán encontrar consuelo y compañía, aunque estemos separados por la distancia.
(Daniel asiente con determinación, aceptando la petición de Salomón y mostrando un destello de esperanza en sus ojos)
Daniel: Aunque nuestros caminos estén destinados a divergir, nuestras palabras seguirán siendo el puente que una nuestros corazones, más allá de las barreras impuestas por el destino. Así sea.
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(Daniel y Salomón se comprometen a mantener su conexión a través de cartas y encuentros mensuales, prometiendo mantener viva la llama de su amor y amistad)
Salomón: Daniel, en la penumbra de la despedida, surge una promesa de luz y esperanza. Prometamos seguir manteniendo contacto a través de nuestras cartas, donde nuestros pensamientos y sentimientos puedan fluir libremente.
Daniel: Salomón, acepto tu propuesta con gratitud y alegría en mi corazón. Además, me comprometo a reunirme contigo una vez al mes, en el mismo lugar donde compartimos este momento fugaz, para que podamos compartir nuestras vidas y experiencias.
Salomón: Juntos, seguiremos tejendo el hilo que nos une, a través de las palabras y la conversación que trascienden las barreras del tiempo y la distancia. Nuestros encuentros mensuales serán un faro de luz en medio de la oscuridad, recordándonos el amor y la amistad que compartimos.
Daniel: Así sea, Salomón. Nuestro pacto está sellado con la promesa de una conexión eterna, a través de las cartas que enviamos y los encuentros que compartimos. Mantendremos viva la llama de nuestro amor y amistad, más allá de todo obstáculo que se interponga en nuestro camino. Juntos, siempre.
(Daniel y Salomón se encuentran en el hermoso lugar de Prisas Tempestuosas, conocido como el lugar de los amantes, un bosque encantador y lleno de belleza)
Salomón: Daniel, aquí, en este lugar de los amantes, donde la naturaleza nos abraza con su esplendor, hacemos nuestro compromiso. Entre las flores, los pájaros cantores y el sol radiante, sellamos nuestra promesa de conexión eterna.
Daniel: Salomón, en este rincón del mundo donde la magia y la belleza se entrelazan, prometemos mantener viva nuestra relación a través de las palabras y los encuentros mensuales. Que este paisaje bellísimo sea testigo de nuestra afinidad y amor compartido.
