𝐇𝐄𝐋𝐄𝐍 𝐎𝐅 𝐓𝐑𝐎𝐘

06

Problemas en el paraíso

helen's perspective

El trayecto hacia Dorne se me había hecho más pesado y largo de lo habitual, quizás eso fuera consecuencia de la última conversación que tuvimos Aegon y yo. Aunque había sido advertida de la crueldad que Aegon tenía en sus palabras, jamás pensé que el fuera a ser así conmigo. Después de haber escuchado esas palabras salir de su boca, contándole nuestras intimidades de pareja a nuestro hermano Aemond, me sentí tan traicionada y como si hubiera violado mi privacidad, nuestra privacidad. Lo que me hacía casi desear nunca haberme casado con él, nunca haberlo conocido o nunca haberme enamorado de él. Amarlo me dolía, y el amor no debería de doler. Pero no solo por ese pequeño desacuerdo, me iba a dar por vencido en nosotros. Solamente necesitaba algo de tiempo lejos para pensar y Dorne me brindaba esa tranquilidad y calma.

Cuando vi, tras la ventana, arena a nuestro alrededor, supe que entramos en territorio dorniense y tarda nada en llegar al Palacio Antiguo en Lanza del Sol. En ese lugar atesoraba muy buenos recuerdos y la memoria de grandes amistades que hice seguían en una esquina de mi mente. Nymeria, aunque al principio algo reservada y callada, terminó cayéndome muy bien y siendo mi confidente, le conté sobre mis penas y miedos. Mis sueños también. Ella hacía lo mismo y éramos como las hermanas que nunca tuvimos. Había una cosa que aclarar, yo tenía una hermana, Helaena Targaryen, pero no tenía la confianza con ella para contarle este tipo exacto de cosas. Y Nymeria solamente tenía a su hermano, Morgan Martell.

Él era el príncipe de Dorne, prometido con Eleana Tyrell debido a diferentes pactos y políticas que tenían. Además no parecían llevarse muy mal y en cuanto se casasen, tendrían una bonita relación seguro. Yo sería su fan número 1. Ya que tuve el honor de conocerlo un verano pasado, y podía decir con seguridad que era uno de los pocos cuyo honor seguía intacto hasta el matrimonio.

—¡Helen, qué alegría verte de nuevo!—exclama Nymeria mientras me envuelve en un gran abrazo, tan fuerte que casi no podía respirar.

—Es bueno verte también, Ny.

—Creo que Helen no puede respirar, Nymeria, suéltala.—dijo Morgan riéndose de la situación. Nymeria finalmente se separó de mí, dejándome que le diera un abrazo a su hermano.—Creo que es seguro decir que todos aquí te habíamos extrañado un montón, ¿y Aegon?

—No vendrá, hemos tenido problemas.

—¿Nada grave no?—preguntó Nymeria.

—Problemas de casados.

Me forcé a mostrar una sonrisa, parecieron aceptar esa respuesta y me guiaron dentro de un palacio que bien conocía ya hasta mi dormitorio.
Fue un sorpresa encontrármelo exactamente como lo dejé el año pasado, nada había sido movido de su lugar y parecía como una burbuja del tiempo.
Amaba la paz que Dorne era capaz de brindarme.

—Te dejaré para que descanses un par de horas, más tarde cenaremos juntos en el comedor con las vistas.—comentó Nymeria.—Si necesitas alguien con quien hablar, sabes dónde buscarme, Helen.

—Lo sé, Ny.

—Nos vemos.

Cuando la puerta se cerró por completo, me encontré sola contra mis pensamientos. "Por los Siete, he venido aquí para relajarme y olvidarme de lo sucedido. No debo dejar que esa mísera pelea arruine mi estancia aquí." pensé mientras me tumbaba en la muy cómoda cama que habían preparado para mí. Miraba de una manera perdida al techo, sumiéndome bajo mis pensamientos más profundos. Los cuales también coincidían en ser los más dolorosos y los que más me esforzaba por ocultar de mí.