15

114 17 0
                                    

Negro y dorado

helen's perspective

La segunda hija del Rey Viserys I Targaryen se había retirado indefinidamente de la Corte Real debido a los acontecimientos recientes y era más que entendible. Este suceso que azotó a la familia real era un golpe muy bajo y muchos rumoreaban que la princesa Rhaenyra había tenido algo que ver. Debido a que el príncipe Aegon era su mayor contrincante para la sucesión al Trono de Hierro, ante los ojos de todos menos el rey había que recalcar también. Ya que él siempre pensó que su palabra era ley—técnicamente era verdad.—pero también se dejaba influenciar fácilmente por su Consejo Privado y carecía de hierro en las decisiones verdaderamente importantes. El rey sería quien presidía el Consejo, pero eran la reina y la Mano quienes realmente gobernaban los Siete Reinos.

Volviendo al asunto, esa oscura especulación no salía de la boca de las personas y si lo veías de cierto ángulo, podría ser perfectamente verdad. Siendo sincera, nunca descartaría la posibilidad hasta que hubiese prueba irrefutable de que no hubiera tenido nada que ver. Por más que sabía, cualquiera podría haber envenenado el vino y ella podría ser quien estuviera inconsciente en la cama.

Helen no lo sabía, era incapaz de pensar con claridad desde que sucedió todo. Sus pensamientos eran nublados constantemente por la preocupación que le tenía y lo único que quería era estar a su lado hasta que despertara milagrosamente.

—Su alteza.

—Ser Criston, ¿le ha pedido mi madre que compruebe cómo estoy?—pregunta Helen cuando ve al familiar guardia real entrar a los aposentos. Ella se encontraba sentada en la ventana mientras leía un libro sobre la Antigua Valyria.

—Me temo que aún no, pero personalmente quise ver cómo se encontraba, su alteza. Vuestra condición, aunque mejorada, le hace preocupar a la reina.—contesta Ser Criston.

Cierra el libro, dejándolo a un lado mientras se bajaba de la ventana.

—¿Qué estaba leyendo?

—Un libro sobre la Antigua Valyria, el rey me solía contar folklore valyrio cuando era pequeña y algunas de mis historias favoritas están en los libros.—contesta. La presencia de este guardia la hacía sentir segura y cómoda a la vez. No como con el rey, con quien se sentía en alerta constante y no tenía nada paternal. Para ella al menos.

—Debe de estar aprovechando su tiempo pues.

—Ciertamente, él no querría que estuviera llorando todo el día.

—Por supuesto.

Tenía una sensación extraña al decir esas palabras, ya que no hace unos pocos días, ella estaba enfadada con Aegon por su actitud tan cansina. En ese momento, llegó a un límite que no quiso sobrepasar por su propia dignidad. Al parecer que ni eso le quedó después de tan solo tres años de matrimonio con su mellizo. Lo amaba sin duda, sino no habría hecho todo lo que hizo desde que fue envenenado, pero el pensamiento de que cuando este se recuperara y todo volviese a la normalidad ¿Sería capaz de seguir enfadada con él o lo superarían sino hablar y nada cambiaría? Para una princesa que se había sumergido en libros, no hayaba la respuesta.

—Podría considerarse cercano al príncipe, ¿no Ser Criston?—el guardia dudaba en si responder o no.—Tengo conocimiento de todas las actividades que realiza mi esposo, no soy tan ingenua como para esperar lealtad suya pero bueno.

𝐇𝐄𝐋𝐄𝐍 𝐎𝐅 𝐓𝐑𝐎𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora