Capítulo 3

37 4 0
                                    

JongIn

Necesitaba que me examinara un loquero.

Cuando me abroché el cinturón en el asiento de la fila de atrás de KyungSoo, la gravedad de lo que estaba planeando me golpeó de lleno. Había una razón por la que no había vuelto a casa en los últimos años. Sacudí la cabeza y miré a KyungSoo. Estaba agarrado al reposabrazos y tenía los nudillos blancos. Me incliné hacia delante.

—¿Te ponen nervioso los aviones?

Me miró y se apartó un mechón de pelo de la frente. Me di cuenta de que la tenía perlada de sudor. Y en el avión no hacía calor.

—Un poco. Pero solo para el despegue y el aterrizaje. Estaré bien el resto del tiempo —dijo.

Me desabroché el cinturón y me dirigí a su fila.

—¿Disculpe, señor?

La fila de KyungSoo tenía tres asientos. Había una mujer mayor sentada junto a la ventanilla, un tipo bastante grande metido en el medio y él estaba junto al pasillo. El tipo grande me miró.

—¿Le importaría cambiarme el sitio? Tengo un asiento de pasillo en la fila de atrás.

Miré a KyungSoo y luego a él.

—Mi prometido se pone nerviosa en los vuelos. Se lo agradecería mucho.

El tipo parecía encantado.

—Sí, claro. No hay problema.

Se levantó, pasó junto a KyungSoo y me senté en su lugar antes de abrocharme el cinturón en el asiento central.

Sentí que KyungSoo me observaba, así que me apoyé en el reposacabezas y me giré para mirarlo.

—¿Qué?

—¿Tu prometido?

Le guiñé un ojo.

—¿Qué puedo decir? Eres un chico muy afortunado.

Se rio.

—No era necesario que cedieras tu asiento de pasillo por mí. Puedo arreglármelas solo.

—Lo sé, pero he pensado que podría dedicar este rato a desmentir todas las razones que tu cerebro te está dando sobre por qué no deberíamos divertirnos un poco en casa de tu madre.

Suspiró.

—En realidad, no creo que sea buena idea.

—Le estás dando demasiadas vueltas. Es una idea fantástica. ¿Sabes por qué lo sé?

—¿Por qué?

—Porque se me ha ocurrido a mí.

Puso sus grandes ojos en blanco.

Me reí.

—No, pero, en serio, te da pánico volver a casa por las vacaciones. ¿Por qué no te diviertes un poco y te quitas a tu madre de encima?

Negó con la cabeza.

—No lo sé. Tal vez porque no me parece bien mentir a toda mi familia.

—Bueno, si te hace sentir mejor, podemos ir al baño y unirnos al Mile High Club durante el vuelo. Ya sabes, el club de gente que ha mantenido relaciones sexuales en los aviones. Así no estarás mintiendo cuando le digas a tu madre que soy lo mejor que te ha pasado en la vida.

Se puso colorado. Se había sonrojado y todo, joder.

Sentí cómo la tela de mis pantalones se tensaba. Me incliné hacia él y bajé la voz.

Especial Navidad | KaiSoo | ChanBaek | SeHo | ChanKai | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora