Capítulo 10

21 3 0
                                    

JongIn

—Está preciosa, ¿verdad?

Uno de los tíos abuelos de Sooyoung se sentó a mi lado. Alguien nos había presentado en la iglesia y me sonaba vagamente haberlo conocido unos años antes, pero no recordaba su nombre.

La mesa que me habían asignado en la recepción estaba situada junto a la pista de baile, y yo era el único ocupante en ese momento. Bueno, y el viejo que se había sentado a mi lado.

Parecía que el resto de la gente estaba en la pista de baile o afuera, divirtiéndose. Nos quedamos mirando a la multitud que saltaba a nuestro alrededor. Debió de pensar que estaba mirando a la mujer de blanco que bailaba a destiempo, pero ella ya no me importaba una mierda. No, mis ojos seguían al hermoso chico del terno púrpura, el que bailaba con mi madre. Los dos estaban histéricos, riendo como si se conocieran desde hace años.

—Sí, es precioso.

Mi madre empezó a girar a la derecha y KyungSoo la agarró del brazo para guiarla y girar a la izquierda con todos los demás. A KyungSoo se le daba muy bien la danza en línea. Definitivamente, me gustaba cómo movía las caderas. Mi madre, en cambio, no tenía tanta coordinación. Le debería un masaje de pies a mi acompañante después de la cantidad de veces que mamá la había pisado.

Di un sorbo al vaso de agua y mis ojos se cruzaron con los de KyungSoo al otro lado de la sala. Me hizo un gesto para que fuera con ellos a la pista de baile, pero estaba disfrutando de las vistas desde aquí. Sonreí, pero negué con la cabeza.

—No he visto a mi sobrina nieta desde que era una niña. ¿Y tú, conoces bien a los novios?

Al parecer, el tío de Sooyoung tampoco recordaba haberme conocido antes, lo cual estaba muy bien.

—En realidad, no. Resulta que no conozco demasiado bien a ninguno de los dos.

El tío Como-se-llame se aflojó la corbata.

—Mi esposa está al otro lado de la sala. Me está dando la lata con lo de vigilar los carbohidratos. Róbame un pedazo de ese pan de la canasta de allí, ¿quieres? Está demasiado ocupada chillando como para darse cuenta ahora mismo.

Me reí.

—Claro.

Mientras el tío abuelo de Sooyoung estaba ocupado comiendo sus carbohidratos, la música cambió a un baile lento. KyungSoo y mi madre se dieron un abrazo y mi acompañante se dirigió hacia nuestra mesa. Moví la panera y la mantequilla hasta que estuvieron al alcance del anciano y asentí con la cabeza.

—Aquí tienes, ahora vuelvo.

Me puse en pie y le tendí la mano a KyungSoo.

—¿Te apetece bailar un poco más?

Él puso los brazos en jarras.

—Llevo toda la noche intentando que bailes conmigo, ¿y ahora me pides que baile? ¿Cuando tu madre me ha dejado exhausto?

Entrelacé sus dedos con los míos y la arrastré de nuevo a la pista de baile.

—Vamos, yo haré todo el trabajo. Antes estaba un poco cascarrabias, pero ahora estoy de mejor humor.

Me rodeó el cuello con los brazos.

—Ah, ¿sí? Bueno, me alegro de oírlo. Se supone que las bodas son divertidas.

Lo rodeé con los brazos y lo apreté contra mí.

—Se está volviendo más divertida por momentos.

KyungSoo suspiró y ladeó la cabeza para apoyarla en mi pecho. Nos balanceamos al unísono, deslizándonos lentamente por la pista de baile. Terminaba una canción y empezaba otra, pero ninguno de los dos hizo amago de volver a la mesa. Definitivamente, no tenía ninguna intención de dejarlo ir pronto. Me sentía muy a gusto con él entre los brazos.

Especial Navidad | KaiSoo | ChanBaek | SeHo | ChanKai | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora