Capítulo 4

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JongIn

Esperaba que no fuera demasiado temprano.

Llamé con suavidad por si el señor Park seguía durmiendo. Estaba a punto de alejarme cuando oí el leve zumbido de la silla de ruedas en movimiento.

La puerta se abrió.

—Feliz Navidad, señor P. Oh, pero ¿qué ha pasado?

El señor Park tenía la cara cubierta por media docena de pequeños parches.

—Afeitarse sigue siendo una mierda. Pero Feliz Navidad, cariño.

Todavía tenía restos de barba en el cuello, y también se había dejado algunos trozos en la cara.

—Gracias. ¿Puedo entrar?

Tiró del mando de la silla de ruedas y esta retrocedió.

—Por supuesto. Iba a bajar a verte antes de salir.

—¿A qué hora viene su hijo a recogerlo hoy? —le pregunté mientras cerraba la puerta tras de mí.

—Alrededor del mediodía. He pensado en empezar a prepararme temprano porque las cosas me llevan un poco más de tiempo estos días.

Sonreí.

—¿Puedo ayudarle a prepararse?

—¿Estás coqueteando conmigo otra vez? Primero intentas ayudarme a meterme en la cama ¿y ahora quieres ayudarme a vestirme? Ya te dije que soy demasiado viejo para ti. —Me guiñó un ojo.

Me reí.

—Me refería a ayudarle a afeitarse.

—Afeitar la cara de un hombre es todo un arte. Me tiemblan las manos, pero tal vez sea mejor eso a que me depiles como si se trataran de tus piernas.

—En realidad solía afeitar a mi abuelo. Tenía Alzheimer y al final no podía levantarse de la cama. Tampoco hablaba mucho. Así que, cuando lo visitaba cada semana, me dedicaba a eso. Le daba un buen afeitado y le contaba cómo me había ido el día. Me hacía sentir útil y eso era mejor que quedarme mirando, como hacía la mayoría de la gente que iba a visitarlo.

El señor Park se encogió de hombros.

—De acuerdo, entonces. Aceptaré tu oferta. Si ChanYeol ve un corte en mi garganta por el afeitado, me pondrá a un asistente en casa las veinticuatro horas, en lugar de las molestas ocho horas diarias del que contrató.

Me reí y empujé al señor Park por el pasillo hasta el baño.

—Su hijo se preocupa por usted. Debo admitir que es bastante diferente de la persona que pensaba que era en un principio.

—Sí. ChanYeol... bueno, puede ser un poco imbécil. Pero ha pasado por mucho. Cuando mi esposa y yo lo trajimos a casa por primera vez, lo expulsaron tres veces en el primer año... y solo estaba en cuarto.

—¿Qué quiere decir con que lo trajeron a casa?

—ChanYeol es adoptado. Pensé que lo había mencionado.

Eso era algo que, definitivamente, recordaría.

—No, creo que no.

—Mi esposa y yo no podíamos tener hijos. ChanYeol tenía nueve años cuando lo trajimos a casa. Se metía constantemente en problemas por ser un alborotador. A mitad de curso nos dimos cuenta del motivo. Estaba en cuarto de primaria, pero tenía el nivel de matemáticas de un estudiante de último año. El chico era un genio y los servicios sociales no tenían ni idea.

—Oh, vaya. —Saqué la crema de afeitar del botiquín y me eché un poco en las manos antes de enjabonar y frotar el cuello del señor Park y las zonas de la cara que se había dejado sin afeitar—. Qué locura.

Especial Navidad | KaiSoo | ChanBaek | SeHo | ChanKai | ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora